Un total de 130 países llegaron a un histórico acuerdo de reforma fiscal para las multinacionales que incluye un impuesto mínimo sobre los beneficios de al menos el 15%, bajo los auspicios de la OCDE. El pacto fue alcanzado menos de un mes después de la cumbre del G7, en la que los países más ricos pactaron un impuesto mínimo para las grandes multinacionales. Asimismo, un pequeño grupo de países, entre los que se encuentran Irlanda y Hungría, muy reacios a firmar la propuesta de acuerdo a lo que se estaba negociando, no firmaron la declaración, según la lista facilitada por la organización. Sin embargo, China y los países generalmente considerados como paraísos fiscales se sumaron al pacto. Con ello, las multinacionales no podrán enfrentar a un país contra otro en un esfuerzo de reducir los impuestos y proteger sus beneficios a expensas de los ingresos fiscales, comunicó Joe Biden. Además, estas empresas no podrán evitar el pago de su parte justa ocultando beneficios en cualquier otro país, en jurisdicciones de menor imposición.
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