La junta de accionistas de Endesa aprobará previsiblemente este martes la venta a Enel de su participación en la chilena Enersis, a través de la que controla los activos en Latinoamérica, y el reparto de dos dividendos extraordinarios a finales de octubre por un valor histórico de 18, 633 millones de dólares. Estas operaciones se inscriben en el proceso de reestructuración en que se encuentra inmersa la compañía, cuyo negocio se centrará ahora en España y Portugal. Aparte de la desinversión en Latinoamérica y los dividendos, los cambios incluyen el nombramiento de José Bogas como consejero delegado en sustitución de Andrea Brentan y una posible colocación en Bolsa o entre inversores cualificados por parte de Enel de una participación minoritaria de Endesa. Enel, que tiene 92% de Endesa, comprará los activos latinoamericanos por 10, 528 millones de dólares, con una prima de 11 por ciento. En concreto, se hará con 60% que posee Endesa en Enersis mediante la adquisición de Endesa Latinoamérica, propietaria del 40% de la chilena, y de 20% de las acciones restantes controladas directamente por la eléctrica española.
El importe de esta operación se destinará, como previsiblemente acordarán este martes los accionistas de Endesa, al reparto el próximo 29 de octubre de un primer megadividendo de 10.2 dólares brutos por acción, más de cinco veces la retribución anual ordinaria distribuida por la eléctrica entre sus accionistas. Además, el consejo de administración de Endesa ha acordado proponer a la junta de este martes el reparto de un segundo dividendo por valor de 8, 104 millones de dólares, que se hará efectivo también el 29 de octubre y que equivaldrá a 7.6 dólares brutos por acción, con lo que en total la compañía repartirá ese día 18, 627 millones de dólares, o 17.8 dólares brutos por acción. Este segundo dividendo extraordinario se financiará en parte a través de un préstamo de 5, 741 millones de dólares y una línea de crédito de 1, 275 millones de dólares que elevarán la deuda de la compañía, situada en la actualidad en unos niveles particularmente bajos, de 5, 805 millones de dólares. Este último movimiento, al que Endesa describe como un «reapalancamiento de la sociedad» encaminado a «optimizar su estructura financiera», permitirá a la eléctrica ganar visibilidad de cara a una eventual OPV o venta de una participación minoritaria entre inversores particulares. En otro gesto con los eventuales inversores, el consejo de administración ha acordado que el dividendo ordinario aumente a tasas de 5% en los dos próximos años y ha aprobado una actualización de su plan estratégico en el que se ofrece una visión clara de los objetivos de la empresa, que pasan por elevar 25% las inversiones en España hasta el 2016. La nueva Endesa habrá quedado del todo definida una vez se sepa si la compañía se lanzará finalmente a la compra de E.ON España. La eléctrica, que ha diseñado su plan estratégico sin cuantificar este eventual movimiento, ha expresado su interés por la filial española del grupo alemán y ha anunciado que podría afrontar una adquisición sin necesidad de recursos adicionales de caja.