Según un estudio realizado por el Centro de Inteligencia de Negocios y Mercados de MAXIMIXE, al cierre del 2015 se estima que la producción nacional de uva crezca 15, 8% hasta alcanzar 587, 8 mil TM; debido al incremento en el rendimiento de los cultivos como resultado de buenas prácticas y técnicas agrícolas, el incremento de las áreas cosechadas en Lambayeque, Arequipa, Ica y Piura principalmente, la diversificación de la canasta exportadora de uva y por el ingreso de nuevas empresas agroexportadoras; todo ello, considerando condiciones climáticas normales. En el mismo periodo se prevé que las exportaciones de uva fresca crezcan 21, 4%, sumando más de US$ 771, 8 millones, equivalente a 305, 7 mil TM. Este crecimiento estaría impulsado por los mayores envíos al mercado asiático (principalmente hacia China), por el mayor consumo de uvas sin semillas y por la consolidación en los mercados recientemente ingresados, entre ellos: Omán, Chipre, Bulgaria, Gabón, Camerún, Corea del Norte, Sawsilandia, Libia, Georgia y Nigeria y los posibles ingresos hacia otros nuevos como Japón. El crecimiento también sería beneficiado por el incremento de los precios de exportación ante una disminución en la producción de uno de nuestros principales competidores,
Al cierre del 2014 se obtendrá una producción igual a 507, 4 mil TM, un 15, 5% más que en el 2013, debido a la mayor cosecha principalmente en Lambayeque, Ancash, Ica y Piura, sobre todo en el último trimestre del año. Mientras que el valor de las exportaciones superarían en 43, 5% a lo registrado el año pasado. Las expectativas de crecimiento de las exportaciones de uva están basadas en la demanda creciente de los mercados asiáticos, principalmente de China, Hong Kong, Tailandia y Corea del Sur y la tendencia creciente hacia el consumo de uvas sin semillas en general. Esto se evidencia a nivel mundial dado que las exportaciones de uva peruana es uno de los que más ha crecido en los últimos años, debido a que se trata de un fruto de alta calidad y buena presentación. Este crecimiento está obligando a otros países proveedores a buscar nuevos mercados, utilizar tecnología que les permita cambiar o ampliar sus ventanas comerciales y desarrollar nuevas variedades de uva sin semilla a fin de defender sus plazas. Actualmente en este mercado participan un gran número de empresas agroexportadoras con cuotas menores al 11%.