Los presidentes de los Bancos Centrales de Sudamérica se reunieron hoy en Lima y consideraron que a partir de 2015 los sólidos fundamentos macroeconómicos determinen una recuperación del crecimiento. Asimismo, mostraron su confianza en que la inflación se estabilice en aquellos países que experimentaron una depreciación de sus monedas y/o choques de oferta.
Entre las conclusiones de la reunión destacan que los participantes reconocieron los riesgos de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales y de una mayor moderación de la economía global, particularmente de la Eurozona, a pesar de la recuperación de Estados Unidos. Por otro lado, consideran que la mayor volatilidad ha estado asociada a la incertidumbre en torno a la normalización de la política monetaria de Estados Unidos; a la reducción de los precios de las materias primas; y a los cambios de las expectativas económicas en algunos países de la región.
Además realizaron una encuesta sobre el impacto de China en las economías de la región, en la que se concluyó que China se ha convertido en los últimos diez años en un importante socio comercial para la mayor parte de las economías sudamericanas. Se destacó que los sectores agropecuarios y mineros han sido los que más han participado de este proceso y que en algunos países de la región China ha contribuido en materia de financiamiento e inversión, así como la competencia de las manufacturas de dicho país con la producción local.