El primer ministro chino, Li Keqiang, dijo el miércoles que la desaceleración económica del gigante asiático refleja las condiciones mundiales y prometió que continuaría con importantes reformas para impulsar las perspectivas de crecimiento.
Li dijo en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que China -golpeada por una crisis de la vivienda, una débil inversión y bajo crecimiento de la manufactura- continuaría sintiendo la presión bajista en el 2015.
China, la segunda mayor economía del mundo, anunció el lunes que el crecimiento se desaceleró a un 7, 4 por ciento en el 2014, levemente por sobre las expectativas del mercado, con una expansión de 7, 3 por ciento en el cuarto trimestre.
«La economía de China ingresó a un periodo de nueva normalidad», dijo Li. «La nueva situación ha hecho más necesaria la reforma estructural. El ajuste (económico) en China refleja la economía mundial». Las reformas planeadas incluyen liberalizar la economía local y abrir el país aún más al resto del mundo, aseguró Li.
«Necesitamos utilizar apropiadamente la mano del Gobierno y el mercado (…) (y) dejar que el mercado tome un rol decisivo», afirmó.
Li agregó que Pekín alentaría el emprendimiento y la innovación, que dijo podrían «ofrecer una fuerte inagotable de creatividad y riqueza» y una «mina de oro» que pueda aprovechar el país.
La política fiscal, los impuestos, el tipo de cambio y los mercados financieros serán reestructurados, aseguró el primer ministro.
«China seguirá moviéndose en el camino de la reestructuración con gran determinación», afirmó.
Li aseguró que su país no intenta competir con otras naciones por una supremacía y que las hostilidades regionales deben ser resueltas a través de los canales políticos.
En la reunión del año pasado en Davos, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, expresó preocupaciones sobre un potencial conflicto entre China y Japón, haciendo en ese momento un paralelo con las vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Pero desde entonces dichos temores se han aliviado, con ambos países vistos como determinados a mantener a raya las tensiones.