Un grupo de ministros griegos viajó a Fráncfort, Bruselas y París para pedir a sus socios de la zona euro un alivio a la presión financiera sobre Atenas.
El gobierno de Grecia busca el apoyo de sus socios con el objetivo de evitar una crisis de liquidez que podría resultar catastrófica este mes, cuando debe realizar un pago al FMI, mientras se agotan sus reservas de efectivo. Los socios de Grecia le han negado una nueva ayuda económica hasta que no implemente un plan de reformas.
«(Los ministros) discutieron el curso de las negociaciones en Bruselas e intercambiaron sus visiones sobre los temas del acuerdo de Grecia con sus prestamistas», dijo un funcionario griego.
Se mantenían negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, con la Comisión Europea y con el Banco Central Europeo sobre un acuerdo de liquidez por reformas, pero no se veían indicios de un avance en los temas que provocan las mayores discrepancias: jubilaciones, reforma laboral y sueldo mínimo.
El comisario de Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovici, dijo que lo que se busca es que los ministros de Finanzas de la zona euro puedan registrar oficialmente un «progreso fuerte» en las negociaciones cuando se reúnan el lunes próximo, pero no sugirió que fuera posible un acuerdo para esa fecha.