El gobierno griego captó ese monto para afrontar los problemas de liquidez que atraviesa, gracias a un decreto ley que exige a las gobiernos locales y organismos públicos transferir sus reservas de efectivo disponibles.
Según Gabriel Sakellaridis, portavoz del gobierno heleno, de ese total 64, 5 millones de euros provinieron de los gobiernos locales y los otros 535, 8 millones de los demás organismos públicos.
Con la ley, Grecia prevé recaudar cerca de 3.000 millones de euros.
Por esta razón, Sakellaridis exhortó a las demás municipalidades y entidades públicas, con excepción de los fondos de pensiones y ciertas empresas estatales, a transferir sus reservas a través del Banco de Grecia. El objetivo es dar financiación a corto plazo al Estado.
La medida ha provocado molestia en los alcaldes y gobernados regionales, pues consideran que ésta afecta la autonomía de la administración local.