Las conclusiones del informe de la situación del stock norte centro de la anchoveta peruana a setiembre del 2015, emitido por el Imarpe evidencian la necesidad de que el Instituto sea un organismo autónomo.
El Imarpe es una entidad a la cual no se le debería cuestionar sus opiniones, conclusiones y recomendaciones. El problema es que no existe otra institución similar en el país que pueda cuestionarla con el mismo nivel de capacidad y autoridad.
Por otro lado, para que gremios y administrados no pongan en tela de juicio sus informes, (que cuestionan cada vez que les “perjudica” en sus operaciones extractivas) es necesario darle otro nivel mediante una nueva ley orgánica que lo convierta en un organismo público autónomo dirigido por un científico de prestigio y experiencia y se le dote de mayores recursos económicos, los cuales deberían provenir de derechos de pesca más justos que los actualmente existentes.
De esta manera sus conclusiones y recomendaciones serían más directas y objetivas, sin presiones ni manipulaciones. No debe emplear un lenguaje político para evitar fijar una posición clara en cuanto a volumen de captura permisible y oportunidad de abrir o no una temporada de pesca.
La decisión de abrir o no la temporada de pesca queda en manos de la autoridad de pesquería, la cual puede legalmente actuar con criterios políticos, sociales o comerciales derivados de múltiples factores de análisis, incluido el lobby; pero tienen que estar basados en una recomendación firme de la autoridad científica. La ciudadanía juzgará finalmente si la decisión fue la debida o no, porque puede ser legalmente incuestionable; pero no necesariamente debida.
Cualquiera fuese la decisión de la autoridad de pesquería, se debe conocer si lo hace atendiendo a una recomendación técnico científica o por otras consideraciones. El país debe saber quién es responsable de lo que ocurra con la anchoveta, tanto por lo que hizo o dejó de hacer, o por lo que dijo o dejó de decir.
Lo que ocurre con este informe es que emite una recomendación tímida, que en realidad no dice nada. Es inocua para la entidad al evitar confrontarse directamente con los interesados en la pesca de anchoveta; traslada el problema final al Ministerio y evade la responsabilidad de afirmar si debe haber temporada de pesca o no; y si fuese positiva, cuál sería el volumen permisible de ser extraído.
La decisión finalmente será tomada por la autoridad política; pero el informe científico no puede evadir responsabilidades en forma tan abierta al no emitir una recomendación apropiada.