Crecimiento en la zona euro pierde ímpetu en el tercer trimestre

El crecimiento en la zona euro perdió ímpetu en el tercer trimestre de este año, como consecuencia, en parte, de la ralentización o desaceleración del crecimiento de las economías emergentes, que afecta al comercio exterior europeo, según datos de la agencia de estadísticas europea, Eurostat. Entre julio y setiembre del 2015 la expansión del PIB de la zona euro fue de 0.3 por ciento, según una primera estimación este viernes de Eurostat.

Se trata de una decepción, pues los analistas pronosticaban un crecimiento al mismo ritmo que en el trimestre anterior (0, 4%).

La expansión del PIB en el tercer trimestre se mantiene probablemente gracias al consumo interno en la zona euro, según los expertos.

«Una caída en el desempleo probablemente haya aumentado los ingresos disponibles, apoyando así el consumo», consideró el economista jefe del banco ING, Peter Vanden Houte, y añadió que en su opinión es el principal elemento que sostuvo el crecimiento. Eurostat debe aún publicar los componentes del crecimiento de este período. Al mismo tiempo las exportaciones tienen «viento en contra, dada la caída del crecimiento de las economías emergentes», añadió Vanden Houte.

«El retroceso de la demanda externa parece haber debilitado el impacto beneficioso en las exportaciones de un euro débil», coincidió Jonathan Loynes de Capital Economics.

Más presión sobre el BCE
Esta primera estimación del crecimiento del PIB en la zona euro pone una vez más bajo la lupa los anuncios que hará el Banco Central Europeo (BCE) en su próxima reunión de diciembre. «Los datos alimentan la necesidad de medidas de estímulo adicionales del BCE», señaló Jonathan Loynes, de Capital Economics.

El BCE apuntala la economía de la zona euro con gigantescos préstamos a interés casi nulo a los bancos y con un amplio programa de compra de deuda pública y privada (de «flexibilización cuantitativa» o QE, por sus siglas en inglés), de 60, 000 millones de euros al mes, inicialmente previsto hasta setiembre del 2016.

El presidente del BCE, Mario Draghi, ya se mostró dispuesto a «flexibilizar» ese programa, aumentando los importes de compra de activos o prolongando su duración. El BCE también mantiene desde setiembre del 2014 su tasa de referencia en 0.05 por ciento, su mínimo histórico.