El emblemático proyecto de la Línea 2 del Metro de Lima, el primer tren subterráneo que se construirá en la capital, tuvo una serie de problemas desde su adjudicación en marzo del 2014. Pero cuando las obras parecían ya estar encaminadas vuelven a surgir nuevas trabas que frenan el avance de esta megaconstrucción.
Vale recordar que en abril del 2014, Cosapi, en representación del consorcio a cargo de la obra, se había comprometido a que este inauguraría los primeros cinco kilómetros de la Línea 2 en mayo del 2016. Ahora, Deulofeu, gerente general de la Sociedad Concesionaria de Metro Lima Línea 2, señala que es difícil determinar cuánto tiempo se postergaría la conclusión del primer tramo (considerando que enfrenta trabas).
Como en otros proyectos de infraestructura en el país, el saneamiento de terrenos (expropiaciones y liberación de interferencias) a cargo del Estado vuelve a representar una de las principales trabas para el avance de las obras en la Línea 2 del Metro, pero además ahora se le debe sumar otro problema muy importante, el rol que juega el supervisor.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura (Ositran) contrató en marzo del 2015 al Consorcio Supervisor Internacional Línea 2, conformado por empresas del Perú, China y Corea, para fiscalizar el correcto avance de las obras, pero para la empresa constructora ha significado un freno, debido a la demora en la revisión y aprobación de los estudios de detalle (EDI).
La realidad es que todos estos retrasos en el proyecto generan un sobre costo en la medida que se tiene maquinaria paralizada, así como recursos humanos. La pregunta ahora es ¿quién asumirá esa factura? La gerente general del Consorcio comentó que en este momento se encuentran en plena evaluación de los sobre costos que viene generando los retrasos en la ejecución del proyecto, pero afirma que esta cuenta la deberá pagar el Estado.
Por otro lado, el retraso de la ejecución de la Línea 2 del Metro también tiene un impacto económico a nivel macro, debido a que en este momento es uno de los pocos megaproyectos con los que cuenta el país, además del gasoducto del sur y la modernización de la refinería de Talara.
Si bien los candidatos a la Presidencia de la República, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, son conscientes de la trascendencia de esta obra, el ya próximo cambio de Gobierno puede generar retrasos adicionales en medio de un reacomodo de autoridades. Como otros proyectos, es claro que este tren no va a toda marcha.