El nivel de reinversión de utilidades permite conocer las expectativas de crecimiento de los empresarios en torno a su actividad en el corto y mediano plazo; y los últimos resultados no muestran, en lo absoluto, un comportamiento homogéneo entre los diversos sectores.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reveló que los sectores más dinámicos en la reinversión de utilidades durante el 2015 fueron el sector servicios y el financiero, que del total de la torta reinvirtieron el 38% y el 33% respectivamente. El primero viene creciendo a un nivel mayor al 4%, mientras que el vinculado a la banca bordea el 10%.
El economista principal de BBVA Research, Francisco Grippa, considera que el nivel de reinversión que se observa en estos sectores refleja que las firmas todavía ven espacio para seguir expandiéndose en estos rubros en el corto y mediano plazo.
Sin embargo, en el extremo opuesto la reinversión de utilidades del sector minero e hidrocarburos se ha contraído fuertemente de la mano con el menor atractivo que genera la actividad para los inversionistas, tal es así que en el 2015 solo participó con un 3% del total de utilidades no distribuidas.
En este punto, Juan Mendoza, Director de la Maestría en Economía de la Universidad del Pacífico, sostiene que este bajo nivel es entendible dado que las empresas del sector no planean grandes nuevas inversiones ante los deprimidos precios de los metales e hidrocarburos, sin contar con los problemas socio ambientales.
De esta manera, tanto el Banco Central de Reserva (BCR) como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) esperan que la inversión minera caiga más de 30% este año, luego de que importantes proyectos como Las Bambas y Cerro Verde ya entraron en fase de operación y no se vislumbran nuevos proyectos en el mediano plazo.
Por otro lado, en el caso de la actividad industrial los niveles de reinversión también son reducidos con hasta el 15% de la torta durante el 2015, un reflejo de que el sector todavía no espera una recuperación en los próximos años que amerite un incremento de flujos.
La actividad manufacturera se ha mantenido en rojo en los últimos 12 meses, pero la industria no primaria, la más intensiva en mano de obra, ha sido la más golpeada por la aún débil demanda interna y externa.