El secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, pidió a China reducir las sobrecapacidades de sus plantas de acero, porque según él «falsean y perjudican» el mercado mundial. Lew, quien se pronunció así en la apertura del diálogo estratégico y económico anual China-Estados Unidos, también pidió a Pekín reducir los obstáculos al comercio y las inversiones.
China, líder global del acero, produce casi la mitad de la producción total mundial, y acusa un elevado nivel de sobrecapacidad. Sus principales competidores, estadounidenses y europeos, la acusan de inundar el mercado con productos de bajo costo. Pekín se ha comprometido a afrontar el problema, pero también le preocupa los efectos que tendrían despidos masivos en el sector.
«Siguiendo el calendario de reformas de China, Estados Unidos apoya los esfuerzos para reducir las sobrecapacidades (…) y dejar que las fuerzas del mercado determinen el reparto de las inversiones. Las sobrecapacidades falsean y perjudican los mercados globales», indicó Jacob Lew.
Asimismo, el funcionario estadounidense enfatizó que una política de reducción de la producción en los sectores aquejados de sobrecapacidad, «incluyendo el acero y el aluminio», es «crucial» para la estabilidad de los mercados, según indica AFP.
Pekín también se comprometió a eliminar de aquí a 2020 unos 100 de los 150 millones de toneladas de sus sobrecapacidades, acción que implicaría la eliminación de 500.000 empleos. El año pasado, su producción de acero fue de unos 804 millones de toneladas.
A causa de sus enormes sobrecapacidades, las fábricas chinas de acero han acusado fuertes pérdidas, y muchas de ellas han reducido o suspendido sus operaciones en 2015. Esta reducción de la oferta ha hecho subir sensiblemente el precio del acero en China en los últimos meses, ante lo cual varios productores incrementaron su actividad para beneficiarse.