A menos de dos meses del inicio de las Olimpíadas del 2016, las autoridades brasileñas se apresuran en completar una expansión del metro y el velódromo. También tratan de despejar los temores en relación con el virus del Zika. El país, por otra parte, está inmerso en una crisis política y económica sin precedentes.
En ese contexto, el ministro de Deportes, Leonardo Picciani, dijo que los organizadores de Río 2016 buscan más auspicios de compañías estatales para aumentar los recursos para la ceremonia de apertura, que tiene un presupuesto de 250 millones de reales (US$ 72, 9 millones).
No se ha decidido sobre qué compañías, si bien Picciani mencionó a Petróleo Brasileiro SA, el servicio postal y la agencia de exportación e inversión Apex-Brasil, así como a los bancos que controla el Estado.
El COI busca mayor comodidad financiera, dijo Picciani en una entrevista realizada en la sede de Bloomberg en Nueva York. “Han mencionado problemas de fluctuaciones cambiarias, pero incluso si no auspician el evento el gobierno ni compañía estatal alguna, tienen sus propios planes alternativos.
En relación con el metro, el ministro dijo que se estima que la nueva línea estará terminada para el 1 o 2 de agosto, apenas antes de la ceremonia de apertura, que se realizará el 5 de agosto. La expansión es vital para el transporte de empleados y voluntarios al Parque Olímpico de Barra da Tijuca, a unos 32 kilómetros (20 millas) de los conocidos distritos de hoteles de Copacabana e Ipanema de Río de Janeiro, lo que significa más de una hora en taxi con el tránsito habitual.
“El plan alternativo será utilizar el BRT, los autobuses de carriles rápidos, pero sólo de ser necesario”, dijo. “De todos modos, estamos convencidos de que el sistema del metro va a estar funcionando”.
El ministro también minimizó el riesgo del Zika y señaló que la cantidad de casos registrados había declinado en los últimos meses. Agregó que el nivel podría ser cercano a cero para el momento en que comiencen las Olimpíadas debido a los esfuerzos de prevención y al cambio de temperatura y de régimen de precipitaciones durante el invierno sudamericano. Destacó, además, que el Zika no es exclusivo de Brasil.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud indicó que hay 1.551 casos confirmados de microcefalia relacionada con el Zika en Brasil, mientras que en ningún otro país hubo más de ocho. Datos más detallados que proporcionó el gobierno brasileño muestran que los casos se concentran el en noroeste del país. En el estado de Río de Janeiro, en el sudeste, hay 66 casos confirmados.
Petrobras no contestó de inmediato una solicitud de declaraciones. Tampoco lo hizo el servicio postal. Apex-Brasil dijo en un correo electrónico que no se la había contactado respecto de la propuesta de auspicio.