El Departamento de Comercio de los Estados Unidos estimó que el PBI se expandió 1, 1% en el segundo trimestre del presente año. Este crecimiento fue un poco más lento de lo previsto inicialmente en el segundo trimestre, debido a que las empresas redujeron agresivamente sus existencias de bienes no vendidos, contrarrestando un fuerte repunte en el gasto del consumidor.
La revisión también reflejó más importaciones a las estimadas previamente, así como un gasto débil por parte de los gobiernos locales y estatales.
La economía estadounidense ha tenido dificultades para recuperar el impulso desde que la producción empezó a desacelerarse en los últimos seis meses de 2015, lo que la deja en riesgo de estancarse. Aunque hasta el momento los datos económicos del tercer trimestre han sido dispares, el sólido mercado laboral debería seguir respaldando el gasto del consumidor y apuntalando el crecimiento en los próximos trimestres.
La producción probablemente también tendrá un impulso en la medida en que las empresas reabastezcan sus almacenes tras liquidar inventarios en el segundo trimestre.
El Gobierno también informó que las ganancias corporativas después de impuestos cayeron a una tasa de 2, 4% el trimestre pasado tras subir a un ritmo de 8, 1% en el primer trimestre. La debilidad de las utilidades podría limitar un repunte anticipado del gasto de las empresas.