Transporte: 50 años involucionando

Hace cincuenta años se criticó duramente la construcción del zanjón. Se decía que la ciudad iba a ser dividida en dos, que dichas obras podían hacerse en Europa porque allí no había hambre, entre otros comentarios ácidos en contra de la obra. Aquellos que criticaban tanto al zanjón, hoy los utilizan y olvidan de sus críticas; todos lo bendecimos y nos lamentamos que no se hubiera avanzado más en este aspecto.

Hace cincuenta años ya se planeaba el Metro de Lima y no se pensaba que fuera elevado. Hoy; seguramente aquellos que criticaban al zanjón y nuevos líderes de opinión critican que la Línea 2 del Metro sea subterránea, sin visionar que dentro de cincuenta años, cómo estará Lima. Debemos pensar en ellos y no sólo en nosotros. Me pregunto hoy, cómo serán las estaciones y sus accesos de la Línea 1 y cómo se está construyendo la Línea 2 para facilitar la vida a la población en cincuenta años.

No tengo los argumentos técnicos y económicos para validar o no, el costo de la Línea 2 cuyo importe está siendo cuestionado. La primera etapa fue diseñada con criterio político y no económico y; la continuación de esta Línea desde la Av. Fauccet  hacia el Callao, considero que podría ejecutarse posteriormente, cuando la proyección de la demanda lo requiera.

Hemos involucionado y por ello tenemos que soportar el caos del tránsito, la mala calidad de los servicios de transporte, la inseguridad vial, la falta de planificación, la falta de visión de futuro, la cultura de apagar incendios y actuar como bombero solucionando sólo la coyuntura, la atomización de la administración del transporte, la debilidad de la institucionalidad, el enfoque errado de la gestión de las autoridades del sector que sólo actúan políticamente, el problema de los recursos humanos que son limitados, la corrupción comentada por muchos y que se encuentra promovida por la impunidad que han privilegiado intereses particulares, entre otros factores.

Para cambiar el rumbo del sector, es imprescindible contar con funcionarios que piensen diferente para no hacer más de lo mismo. Es necesario contar con una Autoridad para administrar el transporte en la metrópoli que conforman las provincias de Lima y Callao y en otras ciudades del país que la requiera; fortalecer la institucionalidad a través de una reingeniería de los procesos del MTC, la misma que contó con la aprobación de su Reglamento de Organización y Funciones por el Consejo de Ministros; pero se truncó por decisión política del más alto nivel, planificar la infraestructura en forma multimodal y con visión de futuro. Es lamentable que el propio MTC no determine la brecha de infraestructura de su sector.

Hace cuatro años que se trató de iniciar una corriente de opinión para promover dicha Autoridad; pero fue acallada porque iba afectar la mal llamada “reforma del transporte”, so pretexto que estaba ahuyentando a los inversionistas. Dicha “reforma” se inició con la suscripción de contratos de los Corredores que eran nulos por disposición expresa de la Ley y; su ejecución al margen de la Ley, iba a causar conflictos con impactos económicos negativos al Municipio y a los pasajeros. La legalidad de los contratos y las contingencias que acarreaba fueron superadas; al aprobarse el Decreto de Urgencia N° 006-2015 promovida por el MEF y la suscripción de adendas; enmendaron los errores conceptuales y condiciones negativas que había en dichos documentos.

Hoy, felizmente se está tomando conciencia de la necesidad de crear la Autoridad, los empresarios y la banca están interesados en invertir en el transporte, desvirtuándose de este modo el pretexto para su no creación. Hoy, se ha decidido el destrabar los proyectos, simplificar los trámites, faltando decidir re estructurar el MTC para cumplir con lo dispuesto el Decreto Supremo N° 004-2013-PCM, que señala el enfoque basado en procesos para su organización.