China y América Latina son socios importantes en el comercio y la inversión, y esta relación va a aumentar con el tiempo dado que las dos economías son complementarias. China ha otorgado el titulo de “core leader” ( líder central) al presidente Xi Jinping, fortaleciendo su liderazgo en un momento en que la economía china ha alcanzado una nueva etapa, la economía mundial se enfrenta a nuevos retos como el proteccionismo comercial y Donald Trump, quien prometió adoptar medidas proteccionistas durante su campaña electoral, ha sido elegido presidente de Estados Unidos.
La nueva etapa de la economía china y las reformas para hacerla más competitiva y saludable crearán oportunidades para América Latina. Las reformas de la oferta de China destinadas a reducir el exceso de capacidad de las empresas significa que las empresas chinas estarán buscando oportunidades de inversión en el extranjero. Por ejemplo, las empresas chinas de construcción y los ferrocarriles quieren ganar proyectos en el extranjero, y es en estas áreas donde América Latina esta atrasada. La región tiene un enorme déficit de infraestructura como carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. Y estas son las áreas en las que China no sólo tiene empresas con mucha experiencia sino también puede invertir, a través de las instituciones financieras multilaterales en las que China es la fuerza motriz, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (al cual Perú ha solicitado su adhesión y probablemente será admitido en la próxima reunión en enero de 2017), el Banco de los BRICS, y su Banco de Desarrollo de China. Beijing podría proporcionar financiamiento para varios proyectos de cooperación en infraestructura que podrían impulsar el desarrollo económico de los países latinoamericanos. Por ejemplo ya se creo un esquema, cuando el primer ministro Li Keqiang visitó América Latina el año pasado, donde China y Brasil alcanzaron un acuerdo para desarrollo de infraestructura por 27.000 millones de dólares.
El ya difícil entorno internacional se ha vuelto más incierto con la elección de Trump, quien dijo durante su campaña que Estados Unidos seguiría una «política hacia el interior», lo que significa proteccionismo. El entorno abierto para el comercio y la inversión ha beneficiado a muchos países, en particular a China, por lo que China debe asumir el liderazgo en áreas donde los Estados Unidos no quieren aventurarse más. Por ejemplo, los países de Asia y el Pacífico se han desarrollado rápidamente gracias al comercio abierto y a la inversión. Pero dado que este entorno está en peligro, China, como la segunda economía más grande del mundo y el mayor socio comercial de la mayoría de los países de la región, debe asumir el papel de liderazgo en Asia-Pacífico.
La Asociación Transpacífica, de la cual Estados Unidos era el principal defensor, ahora está probablemente muerta. El TPP fue el modelo promovido por los Estados Unidos para Asia-Pacífico. Su acuerdo comercial estaba en competencia con la Asociación Económica Integral Regional, RCEP, en la que China es la economía más grande, aunque las negociaciones todavía están en marcha. Un nuevo escenario para Asia-Pacífico y para China podría surgir una vez concluidas las negociaciones del RCEP y convertirse en un modelo para toda la región. Pero China tiene que desempeñar un papel importante para convertirlo en un acuerdo significativo de integración comercial. Y podría promover conversaciones sobre el Área de Libre Comercio de Asia y el Pacífico, otra versión de un acuerdo de libre comercio en la región.
China debe ser el campeón del comercio abierto y la inversión. Con Xi asistiendo a la reunión de APEC en Lima, Perú, China puede mostrar a la región, y al mundo, que el proteccionismo no es la manera de sostener la economía mundial.
China y América Latina pueden profundizar sus relaciones económicas mediante la contratación de más acuerdos de comercio e inversión como los que ya existen entre China y Chile, China y Costa Rica y China y Perú. Es necesaria una cooperación más profunda para mejorar el libre comercio en un entorno de creciente proteccionismo comercial mundial y sentimientos antiglobalización. Y China debe tomar la iniciativa en la promoción de esta cooperación.