La Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia especializada de la ONU, refirió que el 2016 fue el año más caliente jamás registrado. Advierte que los fenómenos llamados extremos no sólo seguirán en el 2017 sino que el calentamiento de los océanos podría ser más pronunciado de lo que se creía. La concentración de CO2 en la atmósfera no para de batir récords, lo que demuestra cada vez con más claridad la influencia de las actividades humanas en el sistema climático.
El Fenómeno El Niño ha provocado un aumento de la temperatura del Pacífico, desencadenando a su vez sequías y precipitaciones superiores a la media. Los cambios en el Ártico y el deshielo de la banquisa provocan una modificación general de la circulación oceánica y atmosférica que afecta a su vez a las condiciones meteorológicas de otras regiones del mundo.