El mes pasado utilizando los resultados preliminares del avance del PBI sectorial publicados por el INEI para el mes de febrero de este año actualizamos nuestro modelo PREDICE y ajustamos nuestras proyecciones de crecimiento del PBI para el 2017 para tomar en cuenta los efectos del Niño Costero. Esta semana el INEI publicó los estimados del PBI sectorial del mes de marzo. Los resultados del INEI han sorprendido a los analistas económicos que esperaban una tasa negativa de crecimiento interanual del PBI para el mes de marzo como consecuencia del fenómeno del Niño Costero. En esta entrega, actualizamos las proyecciones de crecimiento de nuestro modelo PREDICE para incorporar los resultados de marzo y comparamos nuestras proyecciones con las del BCRP y las recientemente divulgadas por el MEF como parte de su Informe de Proyecciones Macroeconómicas (IPM).
Los datos del INEI revelan que el PBI total creció 0.7% en el mes de marzo, tasa similar a la del mes de febrero (ver Cuadro 1). Sin embargo, este resultado fue producto de un crecimiento de los sectores de servicios y del rubro impuestos ya que los sectores productores de bienes registraron tasas negativas de crecimiento con la excepción del sector pesca (37.3%) y manufactura (1.8). El sector minería, que venía sustentando el crecimiento de la economía en meses pasados registró una caída del 2.7%. El sector construcción continuó registrando tasas negativas por el séptimo mes consecutivo. El sector comercio también registró una caída de 0.8%. Lo mismo sucedió con la producción de electricidad, gas y agua que registró una caída de 0.7%. Los sectores más afectados por el Niño Costero han sido los sectores agropecuarios, construcción y electricidad, gas y agua.
Nuestras nuevas proyecciones apuntan para un crecimiento del PBI de 2.1% para todo el 2017, ligeramente superiores a nuestra proyección del mes de marzo que fue de 2.0% (ver Cuadro 1). Estas difieren significativamente de las proyecciones del BCRP (3.5%) y de las del IPM del MEF (3.0%). El supuesto principal del MEF es que las labores de reconstrucción reactivarán el sector construcción. Sin embargo, la experiencia del pasado indica que las actividades de reconstrucción toman un tiempo en iniciarse y en ejecutarse. Sobre todo, porque aún no se cuenta con un plan de obras de reconstrucción definido. El efecto de la reconstrucción recién se sentirá en el 2018.
Los resultados de nuestras proyecciones para los principales sectores de la economía se presentan en el Cuadro 1. De acuerdo a nuestros estimados, los sectores más afectados por el FEN serán el sector Agropecuario y el sector Construcción. El sector manufactura deberá recuperarse ligeramente en el segundo semestre como consecuencia de la demanda generada por las actividades de mitigación del plan de reconstrucción. Lo mismo debe suceder con el sector comercio que terminará el año con un crecimiento de 2.1%.
El impacto será menor en el sector Pesca debido a los elevados crecimientos registrados por este sector en los tres primeros meses de este año, lo que ha motivado la revisión de nuestras proyecciones para este sector pasando su crecimiento anual de 7.1% para 12.4%. Situación inversa ocurrirá con el sector Construcción. La reactivación que se espera que ocurra en este sector en el segundo semestre de este año no será suficiente para revertir el bajo desempeño registrado por este sector en los tres primeros meses del año. Como consecuencia este sector registrará para todo el 2017 un magro crecimiento de 2.7%.
Nuestras nuevas proyecciones indican que las obras de rehabilitación del gobierno este año no serán suficientes para reactivar la economía a los niveles que el gobierno contempla en su Informe de Proyecciones Macroeconómicas. Como consecuencia, se espera que la recaudación tributaria continúe deprimida este año. Para compensar este efecto el gobierno ha tomado medidas excepcionales para compensar la recaudación. Se espera que la amnistía de deudas tributarias y la ley de repatriación de capitales contribuyan a compensar la caída de la recaudación durante 2017 y el 2018.
Aun no se conoce el Plan de Reconstrucción que recién estará listo en tres meses. Sin embargo, esperamos que el plan de reconstrucción no se limite a un plan de rehabilitación de la infraestructura dañada por el Niño Costero, sino que contemple labores de mayor envergadura que permitan prevenir el efecto de nuevos desastres en el futuro y que sirva al mismo tiempo para aumentar la productividad del aparato productivo. En particular, este criterio se debe aplicar para el sector agropecuario en el cual el planeamiento debe hacerse de forma integral y a nivel de cuenca.
El gobierno debería concentrarse en reducir el gasto corriente e inversiones superfluas (Panamericanos) o ineficientes (Refinería de Talara), para abrir espacio al gasto en inversiones de prevención y reconstrucción sin tener que aumentar en demasía el endeudamiento público.