La adjudicación del yacimiento minero Michiquillay programada para el 20 de diciembre ha sido postergada hasta febrero del 2018. Esta decisión obedece a la petición de algunas empresas participantes, debido a que el clima de incertidumbre política podría generar modificaciones en la presentación de una oferta económica para el proyecto.
Michiquillay requerirá una inversión de US$ 2.000 millones y posee un estimado de 1,1 mil millones de toneladas de mineral, entre cobre, oro, plata y molibdeno.