Se conoce como “trampa del ingreso medio” aquella situación en la cual un país en desarrollo entra en un periodo sostenido de estancamiento que impide su convergencia hacia los niveles de ingreso de los países desarrollados.
La decisión de otorgar el indulto a Fujimori marca el “divortium aquarium” del proceso de desmantelamiento del modelo liberal y su relanzamiento con el apoyo de las alas moderadas de PPK y el fujimorismo. El primer paso ha sido dado por un valiente PPK que ha optado por sacrificar el apoyo interesado del ala “progre” de su partido en busca de la gobernabilidad con el apoyo del fujimorismo.
Corresponde ahora a la lideresa de Fuerza Popular aceptar el gesto de PPK para garantizar no sólo la gobernabilidad del país, sino también el relanzamiento del modelo económico liberal mediante la aprobación de las reformas estructurales necesarias para la reactivación económica.
Sin embargo, la aprobación por el Congreso de estas reformas es necesaria pero no suficiente para lograr salir de la trampa del ingreso medio en la que se encuentra el Perú. Además de las reformas antes mencionadas se requiere una clara estrategia de desarrollo. En esta entrega presentamos algunas ideas de cual debería ser esa estrategia de desarrollo.
La mayoría de economistas concuerda que lo que se necesita es mayor inversión. Las reformas justamente apuntan a ese objetivo, atraer más inversión. Pero el problema no termina en atraer más inversión. Lo que se necesita es saber a qué sector económico está dirigida y la calidad de esta inversión. Aquí es donde se necesita tener una visión estratégica de mediano y largo plazo. La inversión en recursos no renovables nos puede traer crecimiento en el corto plazo a costa de comprometer el crecimiento futuro. La inversion en sectores no productivos puede traer bienestar inmediato a costa del crecimiento sustentable. Se requiere un desarrollo “balanceado” para salir de la trampa del ingreso medio.
La consultora “Maximixe” ha venido en los últimos 12 meses realizando una estimación de como se ha asignado la inversión pública y privada en los 13 principales sectores de la economía para el periodo 1970 – 2016. La evolución de la inversión sectorial permite estimar la evolución de los stocks de capital de cada uno de estos sectores. Es la primera vez que se hace en el Perú un estudio de esta naturaleza. Los resultados son extraordinarios. Nos revelan con precisión donde están los cuellos de botella de la economía peruana.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución de la inversión bruta fija total (pública y privada) en millones de soles constantes del 2007 para el periodo 1970 – 2016. Observamos que la inversion minera es en promedio 7 veces mayor que la inversión agropecuaria. La naturaleza volátil de la inversion minera está asociada a la puesta en marcha de los grandes proyectos mineros. La recuperación de la inversión agropecuaria a partir del 2009 se explica por la inversión en proyectos en la costa del Perú (Olmos, Chavimochic, Majes). Si se llegara a la mitad de la inversión minera en agricultura estaríamos ante un boom sin precedentes en este sector. Los actuales niveles de inversión de 100 millones de soles en el programa Sierra Azul palidecen respecto a los niveles de inversión requeridos en el sector agropecuario.
¿Hay capacidad para absorber niveles de inversión similares al minero en el sector agropecuario? Más que suficiente. La actividad forestal en Costa, Sierra y Selva es una actividad que requiere ingentes niveles de inversión. Plantaciones de caucho natural en toda la región de la Selva tienen un potencial de crecimiento similar a las experiencias de Indonesia, Malasia y la India. El programa de sembrío y cosecha de agua con canales de irrigación y riego tecnificado a lo largo de la Sierra peruana es otra fuente de inversion potencial.
¿El aumento de la inversión agropecuaria desplazaría a la inversión minera? De ninguna manera. Por el contrario, la inversion minera podría contribuir a mejorar la productividad del sector agropecuario especialmente en las zonas de la sierra donde las compañías mineras desarrollan su actividad. Bajo un apropiado régimen jurídico las compañías mineras estarían en condiciones de desarrollar proyectos forestales, canales de riego, sembrío y cosecha de agua junto con las comunidades donde operan.
En el Gráfico 2, se presenta la evolución de las diferentes fuentes de producción de energía eléctrica para el periodo 1994 – 2016. Observamos que hasta el 2003 la producción de electricidad proveniente de las hidroeléctricas representaba mas del 70% de la producción total de electricidad. La moratoria de hidroeléctricas decretada para favorecer las plantas térmicas de ciclo combinado a gas ha revertido la estructura de producción de energía eléctrica. A partir del 2013 la producción térmica ha superado a la producción hidráulica. La producción de otras fuentes de energía renovable es aún incipiente.
Necesitamos urgente un cambio de política energética. Tenemos un inmenso potencial de producción de electricidad de fuentes renovables. Necesitamos volver a la matriz energética que nos dio tan buenos resultados en el pasado. En el Gráfico 3 se presenta la evolución de la tarifa de electricidad industrial. Es evidente que el cambio de matriz energética ha generado un incremento de la tarifa promedio que se traduce en una perdida de competitividad de la economía.
Si queremos volver a la matriz energética de precios bajos de electricidad, necesitamos adecuar el sistema productivo al uso de electricidad. Para ello necesitamos una revolución en el área de transporte de carga y pasajeros. Necesitamos una conversión masiva de trenes, camiones y ómnibus a unidades eléctricas. Del mismo modo, necesitamos una conversión masiva de taxis, minibuses y parque automotor en general a unidades eléctricas. La conversión masiva debe ser utilizada para un reordenamiento del transito a nivel de Lima y del país en general y para reducir drásticamente la informalidad en el sector transportes.
El país debe superar la etapa de acusaciones y enfrentamientos, sin que esto signifique pasar por alto la debida fiscalización, y concentrarse en el debate de las reformas estructurales y propuestas como las presentadas en esta entrega si queremos llegar al bicentenario con una economía consolidada. La pobreza no se reduce con programas sociales de transferencia de dinero, sino con crecimiento económico sustentado.