ÚNICA-FARMA

Al adquirir el grupo Intercorp el 100% de las acciones de Quicorp SA, Inkafarma pasó a constituirse en un cuasi monopolio, al absorber a sus competidoras Mifarma, BTL y Fasa y concentrar así más del 90% del mercado de cadenas farmacéuticas. Y también pasó a constituirse en un cuasi monopsonio, al pasar a ser virtual único comprador de los laboratorios farmacéuticos, lo que podría originar escasez de oferta de medicamentos genéricos y alzas de precios.

¿Quién gana y quién pierde? Gana el grupo Intercorp, por supuesto, al adquirir el control de un negocio vinculado a la satisfacción de una necesidad básica de la población peruana. Pierden los consumidores, al disminuir su poder de elección entre competidores, debiendo pagar los precios arbitrarios fijados por el vendedor preponderante. Pierden los laboratorios, al disminuir su capacidad negociadora frente al comprador dominante. Pierden los técnicos farmacéuticos al disminuir la oferta de empleos para ellos, ante la fusión de las cadenas de farmacias.

El perjuicio para los consumidores es inmenso, por cuanto ya venían siendo afectados por la elevada concentración vertical de por parte de las empresas de seguros. El Perú es uno de los pocos países en donde las aseguradoras son dueñas de clínicas y de las farmacias que operan dentro de ellas, lo que les da un elevado poder para fijar los precios de los medicamentos.

Ahora Inkafarma estará en capacidad de elevar los precios de los medicamentos al nivel de las farmacias que operan dentro de las clínicas. Habrá que observar los pasos que dé el grupo Intercorp en el mercado asegurador y de clínicas. Esa torta se vuelve cada vez más apetitosa.

Cosa curiosa, el Indecopi que en 2016 sancionó a Inkafarma por concertar unos cuantos precios con Mifarma, Arcángel, Fasa y Nortfarma, ahora no ha podido hacer nada ante la inminencia de que Inkafarma pase a controlar y fijar, sin competencia alguna, todos los precios del mercado farmacéutico peruano.

¿Y porqué el Indecopi no ha podido hacer nada? Porque hasta ahora el Congreso de la República no aprueba el proyecto de ley archi discutido, orientado a regular las concentraciones y fusiones empresariales; regulación que existe en todos los países desarrollados y en la mayoría de países latinoamericanos.

El establecimiento de un control previo de fusiones por parte del Indecopi, hubiera evitado que esta operación de fusión monopolista tenga lugar, sin antes haber pasado por una evaluación técnica orientada a garantizar que la fusión no genere perjuicios a la sociedad en su conjunto.

Lamentablemente, la demora del Congreso infringe un daño irreversible a la sociedad peruana, por cuanto aun aprobando mañana mismo la ley que regula las concentraciones y fusiones empresariales, ésta no podría tener efecto retroactivo.

Un Congreso y un Ejecutivo enfrascados en escándalos de corrupción y luchas intestinas, una vez más le dan la espalda al pueblo peruano, víctima de los intereses mercantilistas y los radicalismos violentistas de izquierda.