El gigante de las telecomunicaciones ZTE anunció la semana pasada el cese de sus principales operaciones dadas las restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos en el mes de abril. La medida obliga a las empresas americanas (Intel, Qualcomm) a no contribuir con los suministros de componentes y tecnología de la empresa china por el plazo de siete años, los cuales representan un 30% de la composición de sus productos.
Trump mediante una comunicación ordenó al Departamento de Comercio que ayude a la empresa de telecomunicaciones china a “regresar a los negocios”, a pesar de que la sanción ya estuviera establecida luego de que se descubrió que la firma china había enviado productos ilegalmente a Irán.
Actualmente se conoce que la firma china tiene 70 mil trabajadores en 160 países.