Los trabajadores de cuatro sindicatos de la minería estatal Codelco bloquearon los accesos a Chuquicamata, el mayor yacimiento de cobre del mundo ubicado en el norte del país, con la finalidad de restituir a dos trabajadores despedidos. Este acto se dio después de agotar todas las instancias de obtener diálogo participativo.
Si bien el paro provoca desorden público, impide el desarrollo del negocio y va en contra del proceso de diálogo, también influye al plan de reconvertir el yacimiento en una mina subterránea, ya que implicaría el despido de unos 1.700 trabajadores de los 5.600 actuales.