El INEI anunció esta semana que el índice de precios al consumidor de Lima Metropolitana (IPC) se incrementó 0,38% en el mes de julio, registrando por tercer mes consecutivo una tasa positiva (junio 0,33% y mayo 0,02%). Con estos resultados la inflación anual (medida con respecto al mismo mes del año anterior) pasó de 0,4% registrado en marzo de este año a 1,6% en julio (ver Gráfico 1).
La repentina aceleración de la inflación en los últimos meses obedece principalmente a dos factores: (i) la superación del impacto del fenómeno del Niño Costero; y (ii) el incremento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
En el primer trimestre del 2017, la inflación anual medida por el IPC llegó a 4% (ver Gráfico 1) como consecuencia del impacto del fenómeno del Niño Costero en los precios de los alimentos. Este impacto ha venido diluyéndose a lo largo del año pasado y especialmente durante el primer trimestre de este año.
La desaparición del impacto del fenómeno del Niño Costero se ha manifestado mayormente en la evolución del índice de precios de alimentos. El IPC de Alimentos (ver Gráfico 1) llegó a registrar una inflación anual de casi 6% en el primer trimestre del 2017. A partir de esa fecha la inflación de alimentos se ha desacelerado hasta convertirse en inflación negativa durante el primer trimestre del 2018. El comportamiento del IPC Alimentos es el que explica en gran parte la desaceleración de la inflación del IPC total durante la segunda parte del 2017 y el primer trimestre del año en curso.
Sin embargo, la recuperación del precio de petróleo y la devaluación del sol han revertido la tendencia descendente de la inflación a partir del segundo trimestre del 2018. A esta reversión ha contribuido el incremento del Impuesto Selectivo al Consumo de varios productos entre los que se encuentran los productos del petróleo, automóviles, cigarrillos y bebidas.
El impacto directo del incremento del ISC se ha dado principalmente en los componentes de Vivienda y Electricidad y Transportes y Comunicaciones. En el caso del IPC de Vivienda y Electricidad, la inflación ha llegado a superar el 5% anual en los últimos meses. En el caso del IPC de Transportes y Comunicaciones, la inflación que se encontraba en niveles cercanos a 0%, se ha incrementado a 2,5% en los últimos meses.
El impacto inicial del incremento del ISC sobre los componentes de Vivienda y Electricidad y Transportes y Comunicaciones se viene expandiendo a otros componentes del IPC que indirectamente reciben el impacto del incremento del ISC por el encarecimiento de sus insumos. Este impacto explica porque la inflación en las ciudades del interior del país es mayor que la inflación en Lima Metropolitana (mayor costo de transporte).
¿Ha sido beneficioso el incremento del ISC? Por el lado de la recaudación, el incremento del ISC ha contribuido a su recuperación en un momento en que el déficit fiscal amenazaba salirse fuera de control. Sin embargo, es cuestionable que el gobierno haya optado por aumentar impuestos en lugar de reducir sus gastos corrientes. Adicionalmente, el momento de su introducción no fue el más propicio, ya que se dio en momentos en los que el precio de petróleo internacional estaba en alza. Esta situación generó una innecesaria tensión política que derivó en la salida del ministro.
¿Continuará incrementándose la inflación en lo que resta del año? Es muy probable ya que aun falta que el impacto indirecto del aumento del ISC llegue al sector agropecuario. Solo los componentes del IPC Vestidos y Calzado y Alimentos no han visto sus inflaciones anuales aumentar (ver Gráfico 1). Esto debe ocurrir en lo que resta de este año. La aceleración de la inflación de alimentos, con su peso significativo en el IPC total, deberá incidir en el incremento de la inflación total.
Por otro lado, la reciente suspensión del suministro de gas de Camisea por mas de 3 semanas, aun con las medidas de emergencia dictadas por el gobierno, incidirán en las tarifas eléctricas de los meses de julio y agosto con la consecuente aceleración de la inflación.
¿Qué consecuencias traerá el aumento de la inflación? Mientras que la inflación se mantenga dentro de los rangos definidos por el BCRP, no habrá necesidad de elevar las tasas de interés de referencia. Las autoridades monetarias deberán monitorear de cerca la evolución de la inflación y sus componentes para evitar una reacción tardía que impida mantener la inflación dentro de los rangos metas fijados por el BCRP.
En los últimos 18 meses el BCRP ha venido reduciendo la tasa de interés de referencia y ha inyectado dinero a la economía reduciendo las tasas de encaje. Esta política expansiva ha contribuido a la recuperación económica. Sin embargo, como analizamos en nuestra entrega de la semana pasada, el ciclo económico revela que estamos entrando a una situación en el que el crecimiento del PBI observado está superando el crecimiento del PBI potencial debido a los bajos niveles de inversión de años pasados. En esta situación, una demora por parte del BCRP en ajustar las tasas de interés de referencia podría desatar presiones inflacionarias que sumadas a las condiciones descritas en esta entrega definirían un escenario delicado.
Resta saber si la política fiscal estará sincronizada con la política monetaria. Se requiere una reducción de los gastos corrientes para continuar con la reducción del déficit fiscal a menos del 1% del PBI. Al mismo tiempo la política monetaria debe evitar que la inflación salgo de los rangos establecidos.