Perú ocupó el puesto 63 de 140 países en el Índice de Competitividad Global 2018, ubicándose por debajo de los líderes de Estados Unidos y Chile, a nivel mundial y de América Latina y el Caribe; respectivamente. Se mostró que las principales debilidades del país son la escasa capacidad de innovación y de adopción de tecnologías de información; y su principal fortaleza, la estabilidad macroeconómica. Según la Sociedad Nacional de Industrias, la falta de reformas estructurales y la creciente sobrerregulación, agudizadas con el estancamiento de la política nacional de competitividad desde el 2016, explican este resultado.