En anteriores entregas utilizando la metodología del PBI potencial y el ciclo económico, hemos analizado las causas de la desaceleración del PBI global y de los PBI sectoriales en los últimos años. A partir de este análisis identificamos el estancamiento del PBI potencial del sector manufactura como una de las causas de esta desaceleración. En reciente artículo en el diario Expreso, el economista Juan Mendoza la ha calificado como “la muerte de la industria nacional y la principal causa de la caída del empleo formal”. En esta entrega utilizando la misma metodología del PBI potencial analizamos las causas de este deterioro al interior del sector manufactura.
En el Gráfico 1 se presentan las evoluciones de los índices (2007 = 100) de los ciclos económicos y del PBI potencial de la Manufactura Primaria, No Primaria y la Manufactura Total para el periodo 1996 – 2018. Observamos que la volatilidad del ciclo económico del sector manufactura está generado por la volatilidad del ciclo económico de la manufactura primaria. Por su parte la manufactura no primaria creció significativamente más que la manufactura primaria hasta el 2013 y por lo tanto no se le puede responsabilizar, como argumentan los economistas de izquierda, la actual crisis del sector manufactura al modelo primario exportador. El problema reside en otros factores que pasamos a analizar a continuación.
En el Gráfico 2 se presentan las evoluciones de los índices de ciclos económicos y del PBI potencial de los principales subsectores de la Manufactura No Primaria. Observamos que el desempeño del sector textil, cuero y calzado ha sido el mas pobre de los tres subsectores analizados. El subsector alimentos y bebidas si bien experimenta una desaceleración en los últimos años, no ha dejado de crecer. El subsector materiales de construcción que fue el subsector más dinámico por el boom de la inversion hasta el 2014, ha revertido su tendencia como consecuencia de los escándalos de las empresas de construcción y la caída de los niveles de inversión.
El problema con el subsector textil, cuero y calzado se acrecienta debido a que este subsector no sólo ha sido el menos dinámico de los tres, pero desde el año 2012 ha iniciado un proceso de franco deterioro. Los niveles de producción actuales son equivalentes a los niveles de producción del año 2006. Este subsector es el que más puestos de trabajo formal genera en el sector manufactura. Se estima que el deterioro experimentado por este subsector ha generado la pérdida de más de 100,000 puestos de trabajo formal. A esta cantidad habría que sumarle otros tantos si asumimos que este subsector hubiese crecido a tasas similares a otros subsectores del sector manufactura.
¿Por qué el sector textil cuero y calzado no crece como los otros sectores? No crece debido fundamentalmente a tres factores: (1) carencia de flexibilidad laboral. El ministerio de trabajo se opone a la ampliación de la ley de promoción del sector agrario a otras actividades y a eliminar la posibilidad de reposición de un despido arbitrario con pago de indemnización. A lo anterior habría que agregar el aumento injustificado del salario mínimo sin correlato de la productividad laboral sectorial. (2) Contrabando indiscriminado y fuera de control por las fronteras de Bolivia, Chile y Ecuador. SUNAT y otras instituciones del Estado encargadas de reprimir el contrabando por nuestras fronteras no muestran una acción decisiva frente al contrabando que se ve incentivado por la evasión del 18% del IGV y por la necesidad del lavado de activos producto del narcotráfico y el comercio ilegal del oro. (3) El dumping predatorio proveniente de los países asiáticos.
Si bien los dos primeros factores afectan a todos los subsectores del sector manufactura, el tercer factor es el que más incide en el subsector textil cuero y calzado y es una de las principales causas de la ausencia de inversión en este subsector. El principio de libre competencia de mercado se rompe cuando se da la presencia de dumping predatorio como el que ocurre en el caso de las importaciones provenientes de los países asiáticos.
La promoción de las inversiones privadas no solo debe estar concentrada en unos cuantos proyectos de inversión minera y obras de infraestructura, sino que debe estar centrada en nivelar el campo de juego para todos los sectores económicos. Este parece no ser el caso del sector manufactura. El ejecutivo y el Congreso brillan por su ausencia. Ni el presupuesto para el 2019 ni la agenda legislativa contemplan algo al respecto.