El discurso del presidente Xi Jinping dado en la inauguración de la primera feria de importaciones China International Import Expo (CIIE) ha marcado un hito en la historia de las reformas económicas de China. Se ha anunciado el siguiente nivel de apertura del mercado chino. Bajo el lema “Nueva era, Futuro compartido”, China abre sus puertas para que de manera compartida el mundo se beneficie de este océano de oportunidades. En esta ocasión, Latinoamérica tiene una gran oportunidad para desarrollar una canasta de exportaciones más diversificada al país asiático pues China no solo ofrece ahora un mercado más abierto, sino que también con la Iniciativa de la Franja y la Ruta China ofrece la construcción de la infraestructura que la región necesita para tener una base productiva más variada y con una mayor oferta.
Muchos países latinoamericanos se beneficiaron del crecimiento económico de China especialmente de los últimos 20 años quien demando gran cantidad de materias primas, pero ahora la estructura de la economía china está cambiando y también su preferencia por los sectores de inversión pues está pasando de invertir en el extranjero mayormente en recursos naturales a sectores como infraestructura, manufactura y servicios.
En su discurso, Xi dijo querer promover una mayor apertura, por ejemplo, a través de la reducción de tarifas arancelarias, ampliar la diversidad de las importaciones, y reducir los costos institucionales de importación; así como la implementación de medidas proactivas dirigidas a la población china para que incremente su nivel de ingreso y poder adquisitivo para promover el consumo de bienes y servicios más sofisticados. Asimismo, dijo que en 15 años las importaciones chinas desde el mundo alcanzaran un monto de más de 30 billones de dólares en bienes y 10 billones de dólares en servicios.
Actualmente China es el segundo socio comercial de Latinoamérica, pero para finales de este año podría convertirse en su principal socio comercial (exceptuando a México, que comercia mucho con EEUU). Según el reciente informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las exportaciones de la región latinoamericana hacia sus principales socios comerciales para el 2018 estaría liderado por China con un incremento del 28% mientras que con La Unión Europea el incremento seria de solo 8,7% y con Estados Unidos de 7,1%.
Y aunque es cierto que las exportaciones de la región a China están compuestas en su mayoría por materias primas y de manufacturas basadas en recursos naturales, pues China necesita materias primas para su industria y Latinoamérica las tiene, también es cierto que hay países que han logrado diversificar sus ventas a China y convertirse en mayores proveedores de productos alimenticios que sus consumidores con mayor poder adquisitivo demandan de forma más creciente. En este sentido Chile es un ejemplo pues ha alcanzado una gran participación en el mercado de frutas, vino y de productos pesqueros a China. Chile se convirtió el año pasado en el primer proveedor de aguacate a China desplazando a México. El aguacate chileno ingreso a China en 2014 aumentando el volumen exportado rápidamente de 5.000 toneladas a 13.000.
Asimismo, el país latinoamericano que vende más vino a China es Chile quien se encuentra en el puesto 3 de los principales proveedores para China de este producto a nivel mundial. En 2017, Chile exporto 74 millones de litros de vino al país asiático por un monto de 267 millones de dólares.
De igual manera, también destaca el salmón atlántico chileno que compite con el del Reino Unido y el de Noruega en el mercado chino. En el primer semestre del presente año, Chile exporto 12.870 toneladas de salmón a China, monto que represento lo que vendió el segundo y tercer exportador juntos.
Chile ha logrado estos hitos, en base a producir bienes de buena calidad y adecuados al mercado chino y especialmente aumentando su oferta pues Chile también vende estos productos a países como Japón, haciendo campañas de promoción de sus productos, participando en ferias con la participación de sus empresas y también de su sector académico (Chile Week in China, que se realiza todos los años en distintas ciudades chinas).
Si bien es cierto Latinoamérica debería aumentar su canasta exportadora con una mayor oferta de productos distintos a las materias primas, también debería llegar a precios competitivos y esto se logra a través de un Tratado de Libre Comercio (TLC). Actualmente los únicos que tienen TLC con China son Chile, Costa Rica y Perú.
Otro esfuerzo anunciado por Xi Jinping es que China promoverá el incremento del comercio electrónico transfronterizo. El comercio electrónico en China es muy popular y está muy desarrollado tecnológicamente por lo que este país podría compartir sus experiencias o asociarse con empresas latinoamericanas para vender sus productos en China. Ya existen casos latinoamericanos como la uruguaya ZONAMERICA que esta asociada a la empresa china Jindong por donde comercializa vinos, guitarras, ropa de lana, etc. o como el gremio empresarial peruano ADEX por donde canaliza productos de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) para venderlos en el país asiático a través de la plataforma T – MALL de Alibaba. El e-commerce es perfecto para las PYMES pues les ayuda a identificar nichos y no requiere de gran inversión.
La iniciativa de la Franja y la Ruta que también fue mencionada durante el discurso inaugural, es una iniciativa no solo de mayor inversión china al mundo sino también de cooperación internacional. Xi resalto que la iniciativa será una oportunidad para que la inversión de compañías chinas en los países participantes mejore la cooperación en áreas como la ciencia y la tecnología. Hasta el momento 10 países se han unido a esta iniciativa y será bueno que el resto de los países lo hagan. Bolivia, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, Guyana, Chile, Panamá, Costa Rica, Venezuela, El Salvador y República Dominicana.
Latinoamérica es una región especializada en la exportación de materias primas, su estructura exportadora de bienes según CEPAL en el 2017 estuvo compuesta por un 37% de bienes primarios (especialmente de América del sur), un 15% en manufacturas basadas en recursos naturales, un 27% en manufacturas de tecnología media (que básicamente provienen de México) y 12% de manufactura de alta tecnología (México y en menor medida Centro América).
Y aunque se proyecta que Latinoamérica crecerá a pesar de las actuales tensiones globales explicado por el aumento precio de los minerales, metales y petróleo, sigue estancada en la exportación primaria, haciéndola vulnerable a los precios internacionales, crisis económicas internacionales y dependiente del crecimiento económico de sus principales socios comerciales.
En general mientras los países latinoamericanos no promuevan una política industrial y no haya estabilidad política no se podrán aprovechar las oportunidades que China viene ofreciendo. Por ejemplo, el fondo de 10 mil millones de dólares que China estableció en 2015 para promover el desarrollo industrial de América Latina aun no es plenamente utilizado. En resumen, para aprovechar la mayor apertura expuesta por el presidente Xi, Latinoamérica debe diversificar su canasta exportadora, modernizar su infraestructura (aprovechando la iniciativa de la franja y la ruta) y haciendo más competitivo sus productos (firmando Tics con China).