Con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos se han reafirmado las sospechas de la desaceleración de la economía estadounidense, al haber registrado crecimiento 2% en el PBI del segundo trimestre, después de 3,1% en el primero. Uno de los factores que determinó este resultado fue el retroceso de 1% en la inversión empresarial, la mayor caída desde el cuarto trimestre de 2015; siendo las categorías con mayores caídas: comercio, atención médica y exploración minera de pozos.
Por otra parte, el gasto de los consumidores creció 4,6%, acelerando respecto al primer trimestre (1%). El crecimiento surge a raíz de la menor tasa de desempleo (3,7%) en casi 50 años.