En 1936 Jorge Luis Borges escribió en Historia de la Eternidad: “Si los destinos de Edgar Allan Poe, de los vikingos, de Judas Iscariote y de mi lector secretamente son el mismo destino -el único destino posible-, la historia universal es la de un sólo hombre”. Muy a nuestro pesar, la metáfora borgeana sólo es aplicable a un puñado de individuos, entre ellos algunos economistas monumentales cuyo legado realza la importancia de la ciencia económica. En 2020, año aciago, cinco de ellos nos dejaron y desde MAXIMIXE hacemos un espacio para recordarlos:
Oliver Eaton Williamson (1932-2020)
El 21 de mayo falleció Oliver E. Williamson, luego de meses de deterioro de su salud, luego de haber contraído neumonía en enero de este año. Se graduó en ingeniería en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en 1955. Luego tomó cursos de la maestría en ingeniería del MIT, pero optó finalmente por la maestría en administración de empresas en la Universidad de Stanford (1960) y el doctorado en Economía en la Universidad Carnegie Mellon (1963).
En 2009 ganó el Premio Nobel de Economía, compartido con la politóloga Ellinor Ormstrom de la Universidad de Indiana, la primera mujer que recibió este galardón. En el caso de Williamson se consideraron particularmente originales sus aportes sobre la gobernanza de las empresas y su consideración de los mercados y de las empresas como organizaciones o mecanismos jerárquicos que resuelven conflictos.
Sus investigaciones se han focaliza do en el funcionamiento interno de empresas, agencias de gobiernos, joint-ventures y otras organizaciones, y el desarrollo de un enfoque teórico para analizar la naturaleza de las empresas y la toma de decisiones empresariales en presencia de costos de transacción. Williamson fue uno de los pioneros de la economía de los costos de transacción.
Su formación y su producción refleja la fuerte influencia Kenneth Arrow, Alfred Chandler, Herbert Simon, y Ronald Coase, a quienes llamó “mis maestros” en la dedicatoria de su libro The Economic Institutions of Capitalism. Si bien fue Coase quien originalmente analizó los costos de transacción, Williamson convirtió ese enfoque en un cuerpo teórico testeable y con aspiraciones predictivas.
Su obra ha sido muy influyente para mejorar la comprensión de cuestiones sobre elección y diseño de contratos, estructura de financiamiento de empresas, políticas antimonopolios, regulación / desregulacion de mercados, conformación de comités parlamentarios, funcionamiento de sistemas políticos, toma de decisiones bajo racionalidad limitada, y una gran variedad de temas de organización industrial.
Alberto Francesco Alesina (1957-2020)
El 23 de mayo falleció de un ataque cardíaco Alberto Alesina, a los 63 años de edad. Para muchos el “padre” de la moderna economía política, que combina expectativas racionales, teorías políticas, econometría y teoría de los juegos. Nació en Broni, Italia, en 1957, obtuvo la licenciatura en economía en la Universidad Luigi Bocconi de Milán en octubre de 1981 y luego el doctorado en Economía en Harvard en marzo de 1986.
Creció en una Italia crecientemente conflictiva, en particular a partir de fines de los 60s. Inevitablemente no podía concebir, como gran parte de los economistas italianos de su generación, el análisis económico separado de los juegos y conflictos políticos. Una Italia de conflictos políticos cada vez más polarizados, con protestas callejeras, el accionar de las Brigadas Rojas y otras organizaciones terroristas, y la creciente discrecionalidad fiscal y monetaria de entonces.
Esto marcó su interés por una sólida formación en macroeconomía y econometría, y la interacción entre el diseño y aplicación de políticas económicas y el de las instituciones políticas y legales. Su producción marcó el inicio de una “economía política” positiva, testeable y focalizada en las múltiples retroalimentaciones entre los procesos políticos y las políticas económicas y sus consecuencias.
Emmanuel Farhi (1978-2020)
El 23 de julio fue hallado sin vida este talentoso economista francés de 41 años de edad. Más allá de rumores de todo tipo, la causa real de su fallecimiento no ha sido esclarecida. Perdió a los 10 años a su padre, el economista egipcio André Farhi, aunque su inteligencia superlativa le permitió acumular desde temprano una sucesión de logros a una velocidad más que inusual.
A los 18 años logró la máxima nota absoluta en el examen nacional del ingreso para la École Polytechnique, pero optó por ingresar a la École Normale Supérieure (ENS) donde completó las maestrías en economía y en matemáticas en dos años.
Luego fue admitido en el Corps des Mines, y siguiendo los consejos de su mentor en la ENS, Daniel Cohen, optó por completar el doctorado en economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). En 2005 completó el programa de administración y gobierno del Corps des Mines, y en 2006 el Ph.D. en Economía en el MIT.
Sus contribuciones se enfocaron en cuestiones tributarias, de estabilidad financiera, políticas macroprudenciales, y del sistema monetario internacional. Utilizó modelos complejos basados en agentes, y tomó muy en serio el problema de la agregación de las funciones de producción y el de la heterogeneidad de los bienes de capital.
A su fallecimiento estaba trabajando sobre nuevos métodos para entender la macroeconomía como una red en la que interactúan distintos sectores, y evaluar los efectos en cascada de distintos tipos de perturbaciones. Un mes antes de su deceso había publicado un paper sobre políticas para una segunda ola de contagios de COVID-19.
Entre 2005 y 2020 publicó nada menos que 42 artículos en las principales revistas científicas de economía, 10 de ellos entre 2018 y principios de este año. A esto hay que sumar la autoría de otros 14 documentos de trabajo no publicados en revistas con referato.
Heinrich Thomas Laubach (1965-2020)
El 2 de septiembre falleció el economista alemán Thomas Laubach, luego de una breve lucha contra un cáncer pancreático. Nacido en Ewersbach el 24 de abril de 1965, se graduó en economía en la Universidad de Bonn (Alemania) en 1993 y luego completó el doctorado en economía en la Universidad de Princeton en 1997 donde su tutor de tesis fue Ben Bernanke.
Ocupó varios cargos académicos en la Universidad Rutgers, el banco central alemán (Bundesbank) y la Universidad Goethe de Frankfurt. Antes de incorporarse a la Reserva Federal norteamericana trabajó para la OCDE en París, el Banco Central Europeo y el Banco de la Reserva Federal de Kansas City.
Sus investigaciones se orientaron a modelos de política fiscal y monetaria con aprendizaje e información incompleta. Desarrolló modelos y métodos cuantitativos para la estimación empírica de la tasa natural de interés -que en la literatura también se la llama tasa “r*” o “tasa neutral de interés de Laubach y Williams”-: una tasa real de interés de mediano plazo (no directamente observable) coherente con una tasa de inflación constante. Un insumo necesario para la aplicación de “inflation targeting” u otras políticas monetarias basadas en estabilizar expectativas inflacionarias.
En 1999 publicó justamente el libro Inflation Targeting: Lessons from the International Experience, de 390 páginas, en coautoría con Ben Bernanke, Frederic Mishkin y Adam Posen. Un volumen que junto al ya clásico Interest and Prices. Foundations of a Theory of Monetary Policy, publicado 4 años después por Michael Woodford, es de lectura más que obligatoria sobre los pro y los contra de “inflation targeting” y regímenes monetarios análogos.
Edward Paul Lazear (1948-2020)
El 23 de noviembre falleció Edward Lazear, profesor de la Universidad de Stanford, víctima de un cáncer de páncreas. Fue uno de los economistas líderes de la moderna economía laboral de los últimos 50 años y titular del Consejo de Asesores Económicos del Presidente George W. Bush entre 2006 y 2009. Se graduó en Economía en la Universidad de California de Los Angeles en 1971, y luego obtuvo su doctorado en Economía en Harvard en 1974.
Se dedicó a la economía de los recursos humanos, con énfasis en el análisis de incentivos al personal, promociones, compensaciones, mecanismos de incentivos y su relación con la productividad laboral y el trabajo en equipo en empresas privadas. Lazear fue el creador de lo que hoy se lo conoce como la moderna “economía del personal”: el uso y aplicación de modelos microeconómicos y métodos estadísticos y econométricos para problemas de administración de recursos humanos.
Este campo de la economía se consolidó con su libro Personnel Economics, publicado por MIT Press en 1995 presenta los fundamentos para responder a preguntas fundamentales en la administración eficiente de recursos humanos: ¿las empresas deberían pagar a los trabajadores por su desempeño, sus calificaciones y habilidades, o por cantidad de horas trabajadas?, ¿por qué los salarios deberían variar dentro de las empresas? ¿cuán “comprimidos” deberían ser las diferencias salariales entre empleados con mucha y poca antigüedad en una compañía? ¿cómo deben diseñarse las escalas salariales y de promociones dentro de las firmas para inducir un óptimo nivel de esfuerzo de los trabajadores? ¿por qué deberían las empresas optar por el trabajo en equipo y cómo hacerlo de manera efectiva y eficiente? ¿cómo deberían combinarse estas prácticas de administración de recursos humanos desde incentivos salariales hasta trabajo en equipo?