Comercialización agroalimentaria, hora de cambios

Una de las razones de mayor peso en la virtual descapitalización del agro que atiende el mercado nacional es la deficiente comercialización de las cosechas. No solo son la poca capacidad de gestión y negocios del agricultor que atiende el consumo interno, el ínfimo valor agregado a las cosechas (agroindustria) o el difundido prejuicio ‘agricultor familiar pobre’[1]. Por eso presento estos puntos para el debate:

  1. El ‘capitalismo popular’ y sus sectores. Entre ellos destacan los fabricantes de ropa y accesorios (Gamarra es su ubicación insignia), de calzado (Trujillo y la avenida Zarumilla en Lima), de muebles (Villa El Salvador como emblema), productores agropecuarios medianos y de la agricultura familiar (alimentos e insumos industriales); y, sin duda, los comerciantes del sector tradicional, de mercados y bodegas, que son varios cientos de miles en todo el país. Aquí late el corazón productivo del país
  2. Modernizar un sistema vital. La comercialización de alimentos de origen agropecuario -orientados al mercado interno- es un gran generador de empleo y dinamizador económico. Sin embargo, con el crecimiento de las ciudades y cambios sociales, el sistema de distribución se ha vuelto obsoleto. Los precios no se forman de manera transparente, deprimen las economías de los productores y no les permite capitalizar e invertir en innovar, reconvertir y diversificar. Además, en la pospandemia habrá que recuperar estilos de alimentación saludables perdidos no hace mucho.
  3. Digitalizar oferta y demanda. Es urgente relacionar la producción primaria (oferta) con la demanda, lo que proponemos sea, en una primera fase, conectando mediante una plataforma informática los principales centros de producción de cultivos alimentarios con los mercados mayoristas de las ciudades más pobladas. Se trata de diseñar un sistema informático que coordine oferta y demanda, a partir de ‘unidades de seguimiento agroalimentario’ en los valles productores, implementadas entre el ministerio de Agricultura, los gobiernos regionales y locales y organizaciones de los productores agropecuarios.
  4. Alimentos y prosperidad. El nuevo sistema buscará que los agricultores mejoren sus ingresos, se animen a la diferenciación de sus cosechas por variedades y orígenes y coordinen con las industrias culturales como la gastronomía, entre otras. El ‘Marco Orientador de Cultivos’ del ministerio de Agricultura será una herramienta muy útil. La supervisión del cumplimiento del antes llamado ‘Plan de Cultivos y Siembras’ pretende evitar sobreproducción y caídas de precios (como las que vemos con demasiada frecuencia) por falta de alineamiento con la demanda.
  5. Acopio y procesamiento en valles de origen. Como complemento se construirán almacenes en las zonas de producción (desde la primera fase, gradualmente) y plantas de procesamiento, para evitar que se envíen a los mercados volúmenes mayores a la demanda que de seguro deteriorarán los precios al productor. Será decisivo contar con gerentes rurales que puedan dirigir las plantas y coordinar con las organizaciones el abastecimiento a la agroindustria.
  6. Precios razonables para todos los bolsillos. En la primera fase de la implementación del sistema la informática ayudará a prever los embarques semanales de cada cultivo/valle, tendencia de cosechas, y esto para las distintas variedades y calidades. Las estimaciones de embarque alineadas con las de demanda buscarán los equilibrios y precios para atender a las distintas capacidades de compra de los consumidores. Esto es, apoyar la formación de precios pensando en alimentos para todos.
  7. Cadenas de valor, arma para la competitividad regional. Las cadenas de valor -herramientas vitales para organizar la oferta- serán fortalecidas y definirán -en conjunto con los demás ‘eslabones’ (productores, comerciantes, proveedores de servicios, procesadores, restaurantes, catering y organizaciones de consumidores)-, las brechas que impiden mejorar su rentabilidad y servicio como pueden ser rendimientos, calidad, oportunidad y otros retos técnicos y de negocios. Las brechas serán atendidas por profesionales y expertos de la oferta regional de servicios de apoyo a la innovación. Expectativa especial merecen las universidades, sus especialistas e investigadores.
  8. Financiamiento y mercado de servicios. La fuente de financiamiento será en un principio aporte y crédito estatal mientras se establecen los auto gravámenes y tarifas (almacenaje y procesamiento) que pagarán los productores asociados de los principales valles productores, de los antes mencionados cultivos de seguridad alimentaria y nutricional. Otra vez, será crítica la gerencia que guíe las finanzas de las organizaciones.
  9. Será necesario establecer una Red Nacional de Mercados Mayoristas con medidas de apoyo a su modernización para convertirlos en fuentes de empleo formal y nuevos negocios, mejoren la rentabilidad de la agricultura de mercado interno y aporten a una alimentación saludable y asequible a todas las economías familiares del país. De paso, atentos a las industrias culturales y el turismo, dos grandes joyas del Perú, para las sinergias que conviertan a los mercados en lugares atractivos por su orden, unicidad y diversidad. A un país megadiverso corresponde los mercados más visuales y donde se pueda degustar las cocinas regionales, música, danza y artesanía.
  10. Gobiernos regionales y locales, actores del desarrollo. En coordinación con los gobiernos regionales y locales se establecen mecanismos de estímulo a los capitales locales para asociarse con los gobiernos del territorio, asociaciones de productores y procesadores y las de consumidores, invirtiendo en nuevas instalaciones (mercados minoristas y mayoristas) que permitan estimular competencia en la red de mercados.

De esta forma, se comenzará a ‘desatar’ uno de los mayores ‘nudos’ del sistema agroalimentario nacional, que es la comercialización de las cosechas, que se quedó en el siglo XIX, salvo muy pocas excepciones.

Artículo publicado el 11 de abril de 2021 en el suplemento dominical ‘Semana’ del diario ‘El Tiempo’ de Piura, Perú

 

 


[1] Pomareda Benel, Carlos. ‘Análisis de las propuestas para el agro nacional’. Agraria.pe (30 Marzo 2021)