Perú dio marcha atrás y decidió sumarse a los 130 países que saludaron y aceptaron unirse a la reforma fiscal internacional promovida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Días atrás, se había especulado con que nuestro país no sería parte debido a una crisis económica o al cambio de mando. De esta manera, el Perú abandona el grupo de nueve naciones que inicialmente no se plegaron a la iniciativa global que busca crear un impuesto global mínimo de al menos el 15% para las grandes multinacionales que operan y obtienen ganancias en un país, pero tributan en otro, por lo general, un paraíso fiscal. Este mecanismo contra la elusión ha sido uno de los objetivos de la OCDE desde hace años, entre otros temas pendientes en su agenda, como un impuesto a las riquezas. Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, destacó que los ahora 131 países, que respaldan el acuerdo para reformar el esquema de tributación internacional, representan más del 90% del PBI mundial.
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