La Balanza de Pagos Tambalea

La Balanza de Pagos, que registra todas las transacciones de un país con el resto del mundo, tiene dos componentes: 1) La Balanza en Cuenta Corriente, que incluye la Balanza Comercial (exportaciones menos  importaciones de bienes); la Balanza de Servicios (ingresos menos pagos por servicios, incluyendo intereses), la Renta de Factores ( ingresos   menos egresos de  dividendos y utilidades)  y las Transferencias Corrientes (remesas que se hacen o reciben del exterior); y 2) La Cuenta Financiera, que registra todos los movimientos de capital de largo y corto plazo incluyendo préstamos, compra o venta de acciones o bonos.

En condiciones normales la Cuenta Financiera equilibra la Balanza en Cuenta Corriente (de ahí el nombre de Balanza de Pagos). Si no se produce el equilibrio entra estas dos cuentas, la diferencia se cubre con aumentos o disminuciones de las Reservas Internacionales (RIN).

Desde el tercer trimestre de 2020, el BCRP ha venido resaltando la vigorosa recuperación de las exportaciones y el superávit de la Balanza Comercial (ver Gráfico 1) consecuencia del boom de los precios de los minerales y, en base a esa recuperación, el BCRP proyectó, a inicios de este año, un fuerte crecimiento de toda la economía para el 2021 y 2022. Sin embargo, la incertidumbre creada por el proceso electoral y la elección de un gobierno de izquierda radical ha cambiado el panorama. Como consecuencia, el BCRP se ha visto obligado a ajustar sus proyecciones para el 2022 en su último Reporte de Inflación de la semana pasada y que va de contramano con las expectativas del MEF.

¿Qué es lo que ha hecho cambiar al BCRP? En primer lugar, los precios de los minerales han dejado de subir y el precio del petróleo y otros commodities se mantienen altos, lo que ha motivado que el superávit de la balanza comercial deje de crecer (ver Gráfico 1).  En segundo lugar, el turismo receptivo no viene recuperándose al ritmo que se esperaba debido a la amenaza de una tercera ola y al recrudecimiento de la pandemia a nivel mundial. Como consecuencia la Balanza de Servicios continúa deteriorándose (ver Gráfico 2). Pero lo que más ha contribuido al deterioro de la Cuenta Corriente es el incremento significativo de los pagos por utilidades y dividendos hacia el exterior que se reflejan en la Renta de Factores (ver Gráfico 2).

Las remesas netas de utilidades y dividendos han crecido fuertemente en los últimos dos trimestres, pasando de un promedio de 1,500 millones de dólares en el 2020, a más de 4,000 millones por trimestre en lo que va de este año. De continuar a este ritmo la presión sobre el tipo de cambio seria enorme.

Ante la creciente incertidumbre y falta de definiciones por parte del gobierno respecto al directorio y presidente del BCRP y su insistencia en la Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución, las empresas no encuentran atractivo invertir sus excedentes en el Perú y deciden distribuir utilidades o pagar dividendos a sus socios o accionistas. Estas utilidades o dividendos en su gran mayoría son remesados al exterior generando una demanda adicional de dólares que elevan el tipo de cambio.

¿Por qué las RIN continúan subiendo si la Cuenta Corriente se hace más deficitaria?  La razón es que el MEF viene obteniendo préstamos con los organismos internacionales (BID y BM) y emitiendo Bonos. En el último mes, también el BCRP ha recibido una asignación de Derechos Especiales de GIRO (DEG) equivalentes a 1,818 millones de dólares. Es decir el gobierno viene endeudándose para mantener su nivel de reservas internacionales.

¿A cuanto asciende la deuda pública? Según los datos del BCRP, a fines del segundo trimestre de 2021 la deuda pública total ascendía a casi 280 mil millones de soles (ver Gráfico 3). Sin embargo, a partir del segundo trimestre del 2020 la deuda pública se ha incrementado en 80 mil millones de soles, pasando, en 15 meses, de 200 mil millones a casi 280 mil millones.  Este incremento se explica en parte por la desvalorización de la moneda que ha impactado el valor en soles de la deuda pública denominada en dólares.

El otro aspecto que llama la atención es la mayor parte del endeudamiento de los últimos 15 meses se ha hecho en moneda extranjera. De hecho, la deuda pública denominada en moneda extranjera ya equiparó los niveles de la deuda interna denominada en soles (ver Gráfico 3). Hasta antes de la pandemia el gobierno venia implementando una restructuración de la deuda pública hacia un endeudamiento en soles. Sin embargo, la incertidumbre del proceso electoral y la elección de la izquierda radical ha motivado que esta política se haya descontinuado y el endeudamiento en moneda extranjera deberá acentuarse en lo que resta del año.

El deterioro de la Balanza en Cuenta Corriente y el pronunciado crecimiento de la deuda pública en moneda extranjera dificultarán el manejo de la política monetaria por parte del BCRP. Ahora más que nunca se requiere un equipo técnico solvente a cargo del BCRP.