Desde que aparecieron el internet y las tecnologías móviles, la cantidad de datos tuvo un crecimiento exponencial. El contenido digital aumentó, y también lo hizo la capacidad humana de aprovechar esos datos para obtener y descubrir nuevos conocimientos, desarrollar nuevas perspectivas y tomar mejores decisiones.
Esta revolución de los datos no hubiera sido posible sin (i) la disminución de los costos de almacenamiento por tecnologías como la nube, (ii) la profesionalización de la administración de datos, (iii) el incremento de la potencia del procesamiento y arquitectura tecnológica, y (iv) la existencia y creación de algoritmos ávidos de ingentes cantidades incrementales de datos para resolver problemas complejos y automatizar tareas.
La mezcla de todos esos factores originó el surgimiento de la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), que busca convertir a las empresas en organizaciones inteligentes, generando en ellas capacidades endógenas de creación de valor, a partir de la automatización de tareas y habilidades del equipo humano para hacerlo más eficiente, así como hacer más productivos los demás recursos de las empresas.
En este contexto, la AI se ha convertido cada vez más en la columna vertebral de la cadena de creación de valor de las empresas, por lo que incorporar y gestionar AI en ellas es el mayor reto que tienen los directivos y ejecutivos de las empresas de hoy para incrementar sostenidamente el valor económico de sus empresas.
Justamente, la AI se hace más indispensable en las empresas con productos cada vez menos competitivos y con capacidad cada vez menos eficiente para llegar a sus clientes. En estos casos, la AI serviría para revertir los flujos de efectivo y el crecimiento en caída, rescatando el valor económico de las empresas y sus marcas, así como mejorando la percepción negativa de riesgo por parte del mercado.
En las empresas que atraviesan por dicha situación, un proyecto de AI les podría permitir incrementar sus ventas, lograr un ciclo de conversión de efectivo más corto y reducir sus costos y gastos, impactando todas esas mejoras en un incremento sustancial del EBIT a niveles de alrededor de 1,35x, generando mayor valor económico para los clientes y los accionistas, por el mayor valor entregado e incremento del retorno del capital, respectivamente.
Particularmente, los proyectos de AI generan valor en las empresas mediante la automatización de las tareas y las habilidades que realiza el equipo humano, consiguiendo establecer relaciones computador-persona y computador-computador que, con base en el aprendizaje continuo, permiten ejecutar automáticamente acciones (tareas descriptivas, predictivas o prescriptivas) y/o producir información valiosa para la toma de decisiones.
En procesos de la empresa que miran hacia el exterior, la AI puede incluso hacer que las computadoras interactúen con los clientes (humanos) de una manera tal que éstos no distingan si actúan con una máquina (computadora) o con otro ser humano, lo cual evitaría la percepción de que la AI “deshumaniza” la interacción entre empresas y clientes, sobre todo en la provisión de algunos bienes o servicios sensibles a la relación humana.
Los servicios de salud, financieros, inmobiliario, retail, comercio, educación y sector agrícola, están entre los sectores que han implementado AI con mayor éxito, siendo la robótica, la realidad virtual o aumentada, la cloud computing y la nanotecnología, entre otras, algunas de las herramientas aplicadas más innovativas.
Entre las capacidades que han logrado desarrollar las empresas que aplicaron AI se cuentan, entre otras, las siguientes:
- Aumento de la experiencia de usuario, al permitir el análisis y ofrecer asesoramiento y soporte inteligentes.
- Aumento de la productividad y eficiencia operativa.
- Mejora de la predicción de las preferencias de los clientes y las posibilidades de ofrecerles una experiencia mejor y personalizada.
- Ahorro de tiempo y dinero en automatización y optimización de procesos y tareas rutinarios.
- Reducción de errores y “errores humanos”, cuando los sistemas de IA están configurados correctamente.
- Aumento de los ingresos, identificando y maximizando las oportunidades de ventas.
- Mejora del tiempo de toma de decisiones comerciales basadas en resultados de tecnologías cognitivas.
- Acceso de manera más eficiente a una gran cantidad de datos para generar clientes potenciales de calidad y hacer crecer la base de clientes.
Con AI el mayor valor económico de las empresas se alcanza consiguiendo que la tecnología llegue a manejar tareas a un ritmo y escala que los humanos no podrían llegar a igualar, al mismo tiempo que se eliminan tareas innecesarias, sin riesgo y que no agregan valor, a fin de concentrar y asignar los recursos humanos que antes realizaban tareas que serán automatizadas, en tareas de mayor valor que la tecnología no podría hacer.
El potencial de lo que puede hacer la AI en las empresas se expandirá en mayor magnitud por el crecimiento del internet las cosas (IC), que es una fuente de datos inagotable que la IA podrá sacarle el máximo provecho. Combinando AI e IC se podrá simular comportamientos inteligentes y tomar decisiones con pleno conocimiento de causa y con una intervención humana mínima o inexistente, optimizando de esta manera la eficiencia y productividad en las empresas y con ello elevando su valor económico.
Si usted está planeando potenciar la cadena de creación de valor de su empresa, un proyecto de AI podría ser una de las soluciones más efectivas. Sin embargo, para tomar la decisión de llevar adelante dicha inversión, es recomendable que antes realice un riguroso planeamiento de negocio que le permita determinar los drivers de valor de su negocio y la manera como en el futuro la inteligencia artificial se convertirá también en unos drivers clave que contribuirá a incrementar el valor económico de su empresa. Los escenarios prospectivos de negocio que se determinen en la planificación económica permitirán conocer el impacto que puede generar la AI en su negocio y por tanto le proporcionarán información valiosa para ayudarlo a tomar dicha decisión de inversión y le ayudarán a contar con una herramienta de gestión para conducir su empresa a futuro. Para conocer la manera como MAXIMIXE puede ayudarlo en ese propósito, escríbanos al correo jsanchez@maximixe.com o al Whatsapp 51-997518093 o 51-997518096.