Durante el 2019 y 2020, el índice de prevalencia de la subalimentación que mide el cumplimiento del “ODS2: poner fin al hambre” en América Latina y el Caribe se incrementó a 9,1%, es decir, el número de personas que vive con hambre creció en 13,8 millones en un año, según la ONU. Los indicadores revelan que hay 267 millones de personas viviendo en condiciones de inseguridad alimentaria moderada o grave, sobre un total de casi 650 millones de personas, y que el mayor aumento de personas en situaciones precarias se dio en Sudamérica. En tanto, la situación de inseguridad alimentaria moderada y grave empeoró en 9% entre el 2019 y 2020. A causa de la baja productividad y las cadenas de suministro de alimentos que surgieron durante la pandemia, se generaron incrementos en el costo de alimentos nutritivos; y, sumados los bajos ingresos, disminuyo el acceso a una dieta saludable.
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