Las fusiones y adquisiciones son una parte importante del proceso de reestructuración corporativa y una de las herramientas de gestión estratégica más rápidas para hacer crecer un negocio.
Si bien la sinergia (valor ganado por el comprador) y el restablecimiento del equilibrio financiero de la empresa figuran entre las razones más importantes que motivan las fusiones y adquisiciones, sin embargo, poco se dice que el éxito de las fusiones mayormente estriba en los aspectos estratégicos, organizativos y culturales de las empresas fusionadas.
Ello se debe a que cuando el comprador realiza el due diligence en la empresa objetivo se le presta mucha atención a las consideraciones legales y financieras, pero se descuidan los aspectos estratégicos, organizativos y culturales, lo cual reduce las probabilidades de una fusión exitosa.
Si bien una fusión, en su conjunto, puede crear valor, ciertas combinaciones de activos pueden destruir valor, así como, de la misma manera, un desalineamiento estratégico entre las fusionadas también puede destruir valor si, por ejemplo, impacta en la efectividad de una futura estrategia de mercados y productos tras la fusión.
De la misma manera, el desalineamiento entre el estilo de gestión, los procedimientos operativos y los incentivos y sistemas de evaluación entre las empresas fusionadas también puede destruir el valor esperado al momento de la firma del acuerdo de fusión. Esto en la práctica se puede dar, por ejemplo, cuando una de las fusionadas está altamente centralizada en sus operaciones mientras que la otra altamente descentralizada, o una de ellas es muy burocrática, mientras que la otra es menos burocrática.
Los efectos negativos del desalineamiento organizacional en una fusión pueden verse, por ejemplo, cuando una empresa adquirente que incorpora una nueva administración obliga a la empresa objetivo a adherirse a las políticas y estructuras organizativas de la adquirente. Si bien esto puede ser deseable para la empresa adquirente, podría tener impactos negativos, como la resistencia, especialmente cuando una estructura se impone de manera inapropiada sobre otra.
Para superar los efectos negativos del desalineamiento organizacional en las fusiones y adquisiciones, la integración organizativa efectiva es la que logra delinear claramente la cadena de mando y permitir a la organización de la empresa resultante de la fusión ejercer un control total sobre sus funciones y actividades, lo cual elimina el riesgo de pérdida de sinergia por desalineamiento organizacional.
Las diferencias culturales también pueden ser un obstáculo en la implementación de fusiones y adquisiciones, dado que la cultura afecta la forma en que los miembros de cada empresa fusionada interactúan entre sí, por tanto, cada grupo, corporativo o no, tiene una cultura única que está formada por la historia y las experiencias compartidas de sus miembros, que si no se alinean adecuadamente pondrán en riesgo el éxito de la fusión.
Aunque invisibles, las diferencias culturales pueden evidenciarse en muchas esferas de la vida corporativa de las empresas fusionadas. En el nivel de alta dirección, la cultura influye en las prácticas organizacionales, como las reglas de conducta, los estilos de liderazgo, los procedimientos administrativos y las percepciones del entorno y oportunidades que brinda el mercado.
Una fusión, invariablemente, amenazará la identidad colectiva de cada empresa fusionada. Por ello, cuando surja un choque cultural entre ambas empresas se elevarán sustancialmente los costos del proceso de integración, lo que obstaculizará la capacidad de la empresa resultante de la fusión para lograr la creación de valor deseada.
Existen varias opciones disponibles para reconciliar las diferencias culturales en una fusión y adquisición, incluida la integración completa de las dos culturas de las fusionadas o, alternativamente, la asimilación de una cultura por otra. Una opción también es la “desculturación” que, en buena cuenta, es una eventual pérdida de ambas culturas y la creación de una nueva. La estrategia óptima que se adopte dependerá de la brecha cultural que exista entre ellas y del grado de que cada parte valora su propia cultura e identidad.
Es así como, para diseñar una estrategia de alineamiento organizativo y cultural debe tenerse en cuenta que, mientras que la integración organizativa gira en torno a los sistemas formales, la reconciliación de la cultura implica sistemas informales, por lo que para el éxito del alineamiento cultural será clave que se tenga control sobre los recursos humanos que realmente toman las decisiones al interior de cada organización.
Si usted ha planeado una operación de fusión y adquisición donde un eventual desalineamiento estratégico, organizativo y cultural entre las empresas fusionadas pondrá en riesgo el éxito de la fusión, no dude en contar con el soporte especializado para que el proceso de integración asegure el valor esperado de la sinergia de la operación. MAXIMIXE brinda servicios de fusiones y adquisiciones. Para conocer los beneficios de dichos servicios, escríbanos al correo jsanchez@maximixe.com o al Whatsapp 51-997518093 o 51-997518096.