Recursos financieros para la descarbonización

En el Acuerdo de Paris de 2015 (COP 21) alrededor de dos centenares de países de todo el mundo reconocieron que si la temperatura se elevase por encima de 2 °C podría desencadenar graves consecuencias en la salud de la vida humana. La organización de las Naciones Unidas sostiene que la temperatura global podría incrementarse entre 2,9 °C y 3,4 °C este siglo.

Desde que se firmó el Acuerdo de París (2015) los países desarrollados (denominados así en dicho Acuerdo) se comprometieron, y en parte cumplieron, con aportar recursos financieros y transferencia de tecnología para desarrollar proyectos para la mitigación y adaptación del cambio climático en los países en desarrollo.

La demanda por mayores recursos financieros ha aumentado desde que los países en desarrollados han empezado a asumir retadores objetivos ambientales, por ejemplo, cambios importantes en su matriz energética hacia el 2032, lo que ha reimpulsado a los países desarrollados a comprometerse a inyectar más recursos financieros en el marco del Acuerdo de París; es así que en los 2023 éstos últimos canalizarían US$ 100.000 millones adicionales para cumplir con dicho propósito.

Como se sabe para atender la demanda de medidas para reducir el impacto del cambio climático según el Acuerdo de París y los pactos posteriores relativos a dicho acuerdo, a nivel internacional se ha organizado y estructurado una arquitectura financiera, la cual está llamada a financiar los proyectos de busquen reducir emisiones y mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero al tiempo que se reduce la vulnerabilidad y mantiene e incrementa la resiliencia de los sistemas humanos y ecológicos ante los efectos negativos del cambio climático.

La arquitectura financiera para el cambio climático está conformada por una institucionalidad pública y privada. El financiamiento público tiene las siguientes vías: (i) fondos multilaterales para el clima; (ii) fondos multilaterales, entre los que se cuenta el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), el Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), Fondo Estratégico sobre el Clima (SCF, por sus siglas en inglés) y el Fondo de Tecnologías Limpias (CTF, por sus siglas en inglés); (iii) fondos bilaterales; y (iv) canales regionales y nacionales. El financiamiento privado tiene las siguientes vías: (i) organismos internacionales, (ii) instituciones gubernamentales, (iii) instituciones no gubernamentales, y (iv) sector privado.

Para garantizar la verdadera efectividad del financiamiento climático (como se le conoce a este tipo de financiamiento), la Climate Bond Initiative (CBI), organización de reconocimiento mundial, ha desarrollado y difundido una taxonomía verde, en la cual ha determinado qué activos y actividades son consistentes con la transición rápida hacia una economía baja en carbono y los criterios de evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Utilizando dicha taxonomía es posible elegir proyectos que pueden acceder a financiamiento climático.

Asimismo, los países signatarios del Acuerdo de París también han venido diseñando sus propias taxonomías verdes para garantizar que los proyectos que accedan a financiamiento climático en su país efectivamente contribuyan al cumplimiento de sus objetivos ambientales y Contribuciones Nacionales Determinadas (compromisos de medidas de mitigación y de adaptación que ha asumido cada país en el marco del Acuerdo de París).

Como habrá podido apreciar hasta aquí, si usted como empresario o inversionista tiene uno o más proyectos que, según la taxonomía verde (de estándar internacional o del país en específico), podrían ser elegibles para financiamiento climático, esto sería una excelente oportunidad para que implemente dichos proyectos accediendo dicho tipo de financiamiento, lo cual no sólo contribuirá al crecimiento de su negocio o ayude a palear una eventual crisis económica por la que pudiera estar atravesando sino también que su proyecto estará contribuyendo a la descarbonización de la economía del país.

Esta opción que puede tomar su empresa se va a dar en todo proyecto que tenga como objetivo introducir ecoeficiencia en toda o una parte de la cadena productiva de su empresa; por tanto, si su empresa llega a implementar un proyecto de este tipo no sólo contribuirá a la descarbonización sino que la ecoeficiencia le generará ventajas en diferenciación y en costos que aumentarán su posición competitiva en la industria donde opera. Por ejemplo, sería elegible para financiamiento climático un proyecto cuyo objetivo es desarrollar instalaciones de manufactura dedicadas en su totalidad al desarrollo de energía solar terrestre, tales como células fotovoltaicas y componentes, platos CSP, canales y componentes.

Asimismo, serían elegible para las finanzas climáticas el proyecto cuyo objetivo es incorporar en la cadena productiva de la empresa del transporte de pasajeros y carga una flota de vehículos eléctricos, vehículos operados con hidrógeno y los vehículos híbridos, dado que el sistema de transporte de pasajeros cumple con el umbral universal de gCO2/p-Km (pasajero-kilómetro).

En el Perú, se puede acceder a financiamiento climático canalizado por el Fondo Verde del Clima FVC), que financia proyectos innovadores, sostenibles y con alto impacto en A) mitigación (buscan generar reducción de emisiones GEI y/o condiciones para ello) : (i) generación y acceso a energía, (ii) transporte, (iii) bosques y uso del suelo, y (iv) construcciones,  ciudades, industria, electrodomésticos}; y en B) adaptación (buscan reducir la vulnerabilidad de la población ante riesgos de cambio climático): (i) salud, seguridad hídrica  y alimentaria, (ii) medios de vida de personas y comunidades, (iii) infraestructura y entorno construido y (iv) ecosistemas y servicios  ecosistémicos.

Los criterios que deben cumplir los proyectos para acceder al FCV: (i) Potencial de Impacto (potencial para contribuir a alcanzar los objetivos y áreas de resultado del FCV), (ii) potencial de cambio de paradigma: Impacto más allá de una inversión aislada (enfoques, cambio Vs bau), (iii) potencial de desarrollo sostenible (co-beneficios sociales -género es calve-, económicos y ambientales), (iv) apropiación país (coherencia con prioridades e institucionalidad  nacional -políticas, programas, estrategias-), (v) eficiencia y efectividad (Solidez económica y financiera del proyecto (aplique). Para mitigación costo-  efectividad y co-financiamiento), (vi) necesidades del receptor (vulnerabilidad y necesidades de financiamiento  de grupos beneficiados – población-grupo – data- IDH, IDE, ENAHO).

Si su empresa ha planeado un proyecto que tiene como objetivo introducir ecoeficiencia en su cadena productiva y por tanto sería elegible para financiamiento climático, MAXIMIXE puede brindarle soporte profesional especializado para formular dicho proyecto, diseñar la estructura financiera que permita su financiamiento y asesorarlo en la preparación de la solicitud (expediente) que requiere para presentarlo ante una fuente de financiamiento climático. Para conocer la manera como MAXIMIXE puede ayudarte en este propósito, escríbenos al correo jsanchez@maximixe.com o al Whatsapp 51-997518093 o 51-997518096.