Hasta que por fin el MEF se dio cuenta lo que en esta tribuna de MAXIMIXE, a través de nuestros blogueros, hemos advertido en reiteradas oportunidades: la reducción de impuestos en la fase declinante del ciclo económico no asegura la reactivación de la actividad productiva. Sobre todo, en países con mercados con complicadas y poco competitivas estructuras empresariales.
El problema es que ya se perdieron ingresos para el fisco y los hogares por muy poco tiempo (incluso nunca en algunos productos) vieron reflejadas las deducciones de precios. En la actualidad la disrupción en las cadenas mundiales de suministros está cediendo, y el gobierno debería monitorear que al menos el repliegue de ese factor, ente otros que potencian la inflación, se vaya trasladando progresivamente a los precios.