Los cinco grandes bancos de la región son brasileños y tienen un total combinado de US$ 1,5 billones en activos. Las ineficiencias de las sucursales físicas y los procedimientos obsoletos han generado que el capital de riesgo fluya hacia las nuevas empresas fintech que prometen explotar estas ineficiencias y capturar un mercado enorme.
Aunque la promesa de fintech tiene un potencial tremendo, es esencial considerar que los bancos en tamaño no tienen competencia: Itaú, el banco más grande de América Latina por activos, tiene 17 veces los ingresos de la fintech Nubank y 15 veces los activos. Aun así, el sector fintech sigue presionando, con empresas que prometen dar pelea a los grandes bancos.