Por quien votar en las elecciones regionales y municipales

Falta menos de un mes para la elección de 25 gobernadores, 196 alcaldes provinciales y 1,694 distritales en el Perú. Los medios y las redes sociales se encuentran atiborradas de propuestas de los diferentes candidatos. La corrupción y la seguridad ciudadana son los temas más mencionados, aparte la mala calidad de los servicios públicos o, en muchos casos, con la inexistencia de ellos.

La calidad de la gestión de los residuos sólidos (basura), la calidad de la educación, de la salud, del transporte, de la policía o del serenazgo dependen de una eficiente y eficaz ejecución del gasto público. En estas elecciones, que son principalmente vecinales, el voto informado debería basarse en el conocimiento veraz de la eficiencia y eficacia de la ejecución presupuestal de las diferentes esferas de gobierno. Premiar a las autoridades que han tenido un buen desempeño (ante la imposibilidad de la reelección, a los candidatos que ofrezcan dar continuidad a la labor de la autoridad saliente) en la ejecución presupuestal.

¿Cómo identificar a las autoridades que han tenido buen desempeño? Una forma, utilizada en muchos países, es hacer un ranking de las regiones, provincias o distritos para diferentes indicadores de ejecución presupuestal.  Para cada indicador se establece un promedio nacional. Las autoridades que se encuentren por encima del promedio son las que deberían ser premiadas con el voto ciudadano, mientras las que se encuentren por debajo deberían ser penalizadas con el rechazo popular.

El Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF), publicado en el portal de Transparencia Económica del MEF, ofrece información muy valiosa para el establecimiento de indicadores económicos a nivel distrital, regional y nacional.  Estos indicadores, numéricos y objetivos, proporcionan una forma transparente para medir la eficiencia y eficacia de las diferentes autoridades a cargo de la ejecución presupuestal.

Limitaciones de espacio nos impiden presentar un análisis como el propuesto a nivel distrital o provincial por lo que nos limitamos a presentar el análisis a nivel regional. Para ello es necesario entender que el presupuesto se ejecuta en tres niveles gubernamentales: (i) Gobierno Nacional (ministerios); (ii) Gobiernos Locales (municipalidades); y (iii) Gobiernos Regionales. Independientemente del nivel de gobierno que ejecuta el gasto, éste se asocia con el lugar geográfico donde se realiza. Por ejemplo, si la Policía Nacional, cuyo presupuesto administra el gobierno nacional a través del Ministerio del Interior, tiene efectivos en la región de Piura, el gasto asociado a estos efectivos se registra como realizado en Piura.

Tomemos como ejemplo la ejecución del presupuesto del 2021 para todos los niveles de gobierno. Para hacer comparables los gastos entre las diferentes regiones, podemos utilizar el gasto per cápita en cada región. En el Cuadro 1 presentamos el gasto per cápita de las 25 regiones del país. Hemos excluido los gastos que el gobierno realiza en el exterior (cuerpo diplomático por ejemplo).

Observamos que solo 9 regiones están por encima del promedio nacional de 6,021.31 soles per cápita de gasto público, mientras que 16 regiones se encuentran por debajo del promedio. La región con menor gasto público per cápita es la región de Lambayeque con solo 3,314.92 soles por habitante. Todas las regiones del norte del país se encuentran con niveles de ejecución presupuestal por debajo del promedio nacional. El alto gasto per cápita en la región Lima revela el carácter centralista del presupuesto y su ejecución. El bajo grado de avance en la ejecución presupuestal también revela ineficiencia de las autoridades responsables del presupuesto.

La ejecución presupuestal se realiza en dos categorías: (i) gasto corriente (actividades recurrentes); y (ii) gasto de capital (proyectos de inversión). En el caso del gasto corriente los niveles de avance en la ejecución son mayores ya que se trata de actividades que se repiten todos los años como los sueldos y salarios y los gastos en bienes y servicios. En el caso del gasto de capital, los niveles de avance son menores debido al bajo nivel técnico de los gobiernos locales que demoran la elaboración de los expedientes técnicos y los procesos de licitación.

En el Cuadro 2 se presenta la ejecución de gastos corrientes por región ordenados de mayor a menor por sus gastos per cápita. Como en el caso de los gastos totales la región Lambayeque ocupa el ultimo lugar. Encabeza la lista la Región Lima reflejando la concentración de empleados públicos en la capital, sede del gobierno nacional. Las otras tres regiones cuyo gasto corriente per cápita supera el promedio nacional, albergan grandes proyectos mineros que sustentan sus relativamente altos presupuestos.

En el Cuadro 3 se presenta la ejecución presupuestal de los gastos de capital de las regiones ordenadas de mayor a menor por el gasto per cápita en proyectos de inversión. En este caso 16 regiones tienen un gasto per cápita por encima del promedio nacional. A diferencia del caso del gasto corriente, el presupuesto de los gastos de capital per cápita es bastante descentralizado, ocupando la región de Lima uno de los últimos lugares, debido a su elevado número de habitantes.

Es llamativo que además de que la mayoría de regiones tienen bajos niveles de ejecución presupuestal de la inversión (el promedio nacional es de 69.1%), exista una correlación entre el bajo nivel de avance en la ejecución con el bajo nivel de inversión per cápita. Las elecciones que se avecinan constituyen una oportunidad para que los medios y los organismos electorales difundieran este tipo de indicadores a nivel distrital y provincial para que el elector pueda emitir un voto informado el próximo 2 de octubre.