El Índice Compuesto de Shanghái se hundió 1,58% a 3.045 puntos, mientras que el componente de Shenzhen cayó 2,46% a 10.900, cerrando en sus niveles más bajos en casi cinco meses, ya que el sentimiento de riesgo se debilitó por las preocupaciones persistentes sobre el aumento de las tasas de interés mundiales y una posible recesión.
Las acciones de nuevas energías y tecnología de alto crecimiento lideraron las caídas. Se debe destacar que el Banco Mundial rebajó su pronóstico de crecimiento económico para China este año a 2,8% desde un pronóstico anterior de 4,3%, citando interrupciones relacionadas con Covid y riesgos del sector inmobiliario.