Debido a que Brasil es el mayor contribuyente individual a la deforestación mundial, y dado que esto conduce a la ganadería, el impacto brasileño en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero es inmenso. Lula Da Silva tiene un sólido historial en la reducción de la deforestación, mientras que Jair Bolsonaro tiene un discurso moderado respecto al tema.
Si bien nada es seguro, si Lula Da Silva ganase la elección presidencial y se priorizara la lucha contra la deforestación, esto mejoraría el sentimiento de los inversionistas extranjeros hacia Brasil ya que las medidas para proteger el Amazonas podrían compensar las preocupaciones sobre las políticas económicas de Lula.