El oro subió a nuevos máximos diarios en torno a los US$ 1.750 la onza, impulsado por la disminución de los rendimientos del Tesoro, mientras que el sentimiento negativo en torno al dólar brindó más optimismo a los alcistas. El movimiento del mercado se produjo cuando los inversionistas digirieron las minutas de la última reunión de la Reserva Federal.
Para los inversionistas resulta sumamente favorable el hecho que los formuladores de políticas de la Reserva Federal consideren aumentos más lentos de las tasas de interés y al mismo tiempo que reconozcan que el balance de riesgos económicos ahora esté sesgado a la baja. El oro ha estado oscilando en los últimos meses y recién en las últimas sesiones se muestra alcista.