Los mercados de deuda sufrieron una fuerte presión de venta en diciembre, ya que los comentarios agresivos de los bancos centrales de EEUU y Europa llevaron a los inversores a ajustar sus carteras para hacer frente a la perspectiva de que las tasas de interés se mantendrían altas por más tiempo.
El rendimiento de la nota del Tesoro de EEUU a 10 años, visto como un indicador de los costos de endeudamiento globales, se recuperó por encima del 3,6%, un nivel que no se había visto en tres semanas. Mientras tanto, el rendimiento del Bund a 10 años de Alemania, la referencia europea, subió hasta el 2,3%, cerrando en su nivel más alto desde agosto de 2011.