Los futuros del cobre cayeron por debajo de US$ 3,8 por libra a principios de enero, extendiendo la caída del 15% en 2022, debido a las fuertes preocupaciones por la recesión que continuaron presionando las expectativas de demanda de insumos industriales. Entre los últimos signos de baja demanda, los datos del PMI mostraron que la actividad fabril en China continuó contrayéndose drásticamente en diciembre.
La producción del principal productor, Chile, cayó un 6,7% en los primeros tres trimestres de 2022, mientras que las protestas mineras en Perú se sumaron a la baja producción. El comerciante de productos básicos Trafigura advirtió que las existencias mundiales de cobre han caído a mínimos históricos, y que los inventarios actuales son suficientes para abastecer el consumo mundial durante solo 4,9 días.