En lo que va del año las perdidas económicas generadas por las protestas sociales superan los S/ 300 millones, con un impacto muy negativo en las zonas convulsionadas. En el caso de Puno, las pérdidas son cuantiosas en una zona que tiene la mayor tasa de pobreza del país (43%), y con S/ 500 millones de inversión pública no ejecutada.
A ello se debe agregar los fallecimientos inducidos por la enorme conflictividad social. Nada justifica el uso de la violencia. Puesto que ella solo agrava los conflictos y puede llevar a un ciclo de violencia interminable. La muerte de personas en este contexto es inaceptable. Es importante buscar soluciones pacíficas y justas a través del diálogo y la negociación para abordar los conflictos sociales.