Se ubicó en 4,65% en marzo de 2023, lo que representa su nivel más bajo desde enero de 2021 y la primera vez en más de dos años que se mantiene dentro del rango objetivo del banco central de 1,75-4,75%. La desaceleración de la inflación se debe en gran parte a la disminución de los precios de los alimentos y bebidas y de los gastos personales, mientras que los precios del transporte continuaron disminuyendo.
Por su parte, los precios de la salud y el cuidado personal se aceleraron en el período. En comparación con el mes anterior, el IPC subió un 0,71%, impulsado principalmente por los precios del transporte, incluyendo la gasolina y el etanol. Esta disminución en la tasa de inflación en Brasil es una buena noticia para el país, ya que ha estado luchando por controlar los precios en los últimos años.