El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha anunciado la estatización de la industria del litio en el país, siguiendo el libreto socialista más radical. La medida implica la expropiación del mineral, que ahora pertenece al Estado chileno, pero se permitirá cierta participación privada en la inversión. El proyecto incluye la creación formal de una empresa nacional de litio y se respetarán los contratos con empresas privadas que actualmente permanecen en vigencia, pero se requerirá asociación directa con el Estado chileno para cualquier inversión privada futura en la industria del litio.
Esta medida ideológica tendrá un impacto importante en la inversión potencial del sector privado que podría verse limitado por la asociación con el Estado. El litio chileno es uno de los proveedores más importantes del mundo y representa hasta el 30% del abastecimiento global de este mineral. La nacionalización puede tener un efecto negativo en la competitividad de las exportaciones y en la inversión futura en la industria del litio en Chile.