Según el índice de Competitividad Minera del Fraser Institute, Perú pasó del puesto 42 al 34 (mejorando ocho posiciones). El avance en competitividad refleja en parte el fortalecimiento del marco regulatorio, la promoción de la inversión privada y la adopción de políticas que fomentan el crecimiento y la sostenibilidad en la industria minera. Estos esfuerzos han llevado a Perú a posicionarse como un destino atractivo para la inversión en minería a nivel global.
El sector minero es clave en la economía peruana, ya que genera empleo, promueve el desarrollo de infraestructura y contribuye a las exportaciones del país. La recuperación de la confianza de los inversionistas es un indicador positivo para el crecimiento económico de Perú, y se espera que este impulso se traduzca en mayores inversiones y proyectos mineros en el futuro.