Los futuros del crudo WTI experimentaron una caída durante cuatro semanas consecutivas, cotizando cerca de los $70 por barril, debido a los temores de una desaceleración económica en EEUU y una recuperación más lenta de lo esperado en China, lo que ha generado preocupaciones sobre la demanda de petróleo. En EEUU, los datos más recientes revelaron una disminución en la confianza del consumidor y las expectativas de inflación a largo plazo se encuentran en su nivel más alto desde 2011. Además, el gobierno estadounidense se acerca a la «fecha X», lo que implica el riesgo de incumplimiento si no se eleva el techo de la deuda, lo que añade incertidumbre al panorama económico. Por su parte, los inversores estarán atentos a los datos económicos de China para evaluar la sostenibilidad de su recuperación económica tras la crisis de la pandemia.
En contraste, la OPEP ha anunciado que espera una mayor demanda de crudo, lo que podría ayudar a limitar las caídas en los precios del petróleo. Sin embargo, la incertidumbre en los mercados y las preocupaciones sobre la recuperación económica continúan afectando las perspectivas para el sector petrolero. Los inversores estarán pendientes de las decisiones y acciones de los líderes gubernamentales en EEUU y de los datos económicos de China, ya que estos factores serán determinantes para la dirección de los precios del petróleo en el corto plazo.
La combinación de preocupaciones sobre la demanda de petróleo debido a la desaceleración económica en EEUU y China, junto con la incertidumbre política en EEUU en torno al techo de la deuda, ha ejercido presión sobre los precios del crudo WTI, que han registrado una caída continua. Aunque la OPEP prevé una mayor demanda de crudo, la incertidumbre global y la evaluación de la sostenibilidad de la recuperación económica de China siguen siendo los principales factores que influirán en el comportamiento de los precios del petróleo en el corto plazo.