La situación de miles de bodegueros en el Perú se ha vuelto compleja debido al crecimiento de la inflación, reflejado en el constante aumento de los precios de los productos, especialmente los alimentos básicos. Los ajustes han tenido un impacto negativo en las ventas de las bodegas, así como en su capital de trabajo y sus ingresos. La Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) ha expresado su preocupación por el proceso inflacionario que ha dejado al sector en una situación frágil. El presidente de la ABP, Andrés Choy, explicó que, a principios de 2023, las bodegas intentaron recuperarse de los efectos de la inflación y la agitación social ocurrida a fines de 2022.
Sin embargo, esto no ha sido posible debido al continuo aumento de los precios, según indicó el gremio. Además, se suma la situación climática que afectó al norte del país, ocasionando el cierre de muchos negocios debido a inundaciones y pérdida de mercancías. También se ha visto afectado el sector avícola debido a la gripe aviar, lo que ha mantenido los precios elevados.
El aumento de los precios ha llevado a que los consumidores vean sus recursos cada vez más limitados. Como resultado, los clientes se limitan a comprar productos de primera necesidad, que ahora tienen precios más altos o tamaños más pequeños. Al tener recursos limitados, los consumidores dejan de lado productos adicionales, como bebidas y productos no perecederos, que solían adquirirse en las bodegas.